Mucho más tarde de lo habitual, el pasado 24 de octubre, arrancó la cuadragésimo novena edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz. El certamen llega a su fin este domingo, diciendo adiós a un 2024 un tanto complicado y preparándose para celebrar su medio siglo de camino, eso sí, sin el Principal abierto.

De todas formas, todo eso ya llegará. De momento toca bajar, aunque sea de manera simbólica, el telón por última vez. El adiós va a venir marcado por la presencia ante los espectadores de Roi Borrallas. De su mano, se podrá ver el espectáculo Solo, una propuesta que llega al Félix Petite (centro cívico Ibaiondo) sin huecos libres.

Como es habitual en los espectáculos para toda la familia, la cita con el público se producirá a partir de las 18.00 horas. Tal vez alguien encuentre algún pase de última hora, aunque las entradas que quedan a la venta se pueden contar con los dedos de una mano... y sobran. Quienes sí tengan su espacio asegurado se asomarán a una producción que cuenta con el premio Feten 2023 a mejor actor y el Zirkólika 2022 al mejor espectáculo de payasos.

En el Camerino Aunque el cartel de completo en la taquilla indique lo contrario, lo cierto es que el espectáculo es fiel a su título. Sobre las tablas, Borrallas –autor también de la idea original– está a solas. De su mano se presenta una obra de “humor íntimo sobre la soledad”, como explica el propio intérprete.

“El hábitat natural de cualquier payaso es la escena, con su público. ¿Pero qué pasa cuando se queda solo? Es en el camerino donde se mezclan la persona y el personaje, donde se desdibuja la línea que los separa. Un limbo que no es el escenario ni la vida real. Es en esa frontera donde tiene lugar este espectáculo”. Se abre así para el público la puerta de un espacio y de un momento que no suele ser compartido. Ni mucho menos. Así se le anima al espectador a pasar “a la trastienda” de la actuación.