Mostrar bajón o fragilidad en Sálvame se paga caro, muy caro. Son como esas jodidas alimañas que, cuando observan débil a su presa, se lanzan directas a la yugular. Una selvática ley del más fuerte que bien describió Terelu aquella histórica tarde de su marcha: "Siento no decir que ha sido un placer, porque no lo ha sido". Gran frase, sin duda, que ya pertenece a los archivos de la tele y que seguro está rememorando con dolor estos días la periodista rosa más famosa del Estado. Porque María Patiño, quien asegura sentirse "excesivamente sensible" en estos tiempos de pandemia, no pasa por su mejor momento. "Ahora más que nunca hay que decir te quiero a gritos, pero no me sobran los amigos", ha llegado a exclamar entre lágrimas. Mientras tanto, los zascas de sus compañeros se multiplican, y el rostro multioperado de la gallega ya refleja pena y pesar.
Porque a la bronca habitual con los colaboradores de Sálvame, marca habitual de la casa, se han sumado dos nuevas voces: Alba Carrillo y Alejandra Rubio. Sin oficio ni beneficio, pero con ganas de sueldo telecinquero, ambas la han tomado con la presentadora. ¿El motivo? Quieren ganarse una silla de cara a la nueva normalidad. Y para ello, la ex modelo ha revuelto entre la mierda para recordar las declaraciones más polémicas de Patiño: "Yo le caigo fatal desde que salí de GH Vip. Soy el tipo de mujer que detesta. Me dijo que mientras ella se había dedicado a trabajar yo lo que había hecho era tirarme a deportistas en los camerinos".
Y, todo sea dicho, razón no le falta, aunque el fondo y las formas muchas veces pierden a la periodista cuando se le hincha esa vena suya tan característica. Una arteria que, habitualmente, acostumbra a decir la verdad. Como cuando la semana pasada señalaba con total acierto que "Alejandra Rubio no se prepara los temas. Solo le preocupa lucir modelito". No hace falta ser Paolo Vasile para cerciorarse de que las aportaciones de la nieta de María Teresa en Viva la vida son más planas que las opiniones de Makoke.
Pero si por algo siente quebranto y pesar María Patiño estas semanas es por su situación con Jorge Javier. Más de veinte años de intensa amistad penden ahora de un hilo. "Estamos totalmente en crisis", ha llegado a informar la periodista, tras relatar que lleva meses observando "ramalazos de soberbia" en el dueño del cortijo.
De hecho, la periodista y el presentador tuvieron un duro enfrentamiento por el tema Merlos Place, tras el que María tuvo que recordarle en directo lo siguiente: "Aunque nos hayamos bloqueado, tenemos que trabajar juntos, podemos hablarnos en plató". Porque las malas lenguas ya apuntan a que Vázquez ha eliminado definitivamente del WhatsApp a la Patiño. Y eso, en este mundo digital en el que vivimos, tiene más gravedad que la negación de un saludo.