Annobón: la isla africana olvidada que clama por su independencia
En un momento en que varios países africanos celebran hitos históricos de independencia –como Angola, que conmemora su 50 aniversario por todo lo alto con la selección argentina campeona del mundo como invitada de honor–, otros territorios del continente siguen luchando por ser escuchados. Es el caso de Annobón, una pequeña isla del Atlántico sur que reclama su reconocimiento como república libre e independiente. Annobón, cuyo nombre en portugués significa Año Bueno, fue descubierta el 1 de enero de 1471 por navegantes portugueses. En 1778, tras la firma del Tratado de San Ildefonso, la isla pasó a manos de España, que la incorporó a sus dominios coloniales en África.
Durante este periodo, Annobón se convirtió en un enclave estratégico para la trata de esclavos. Numerosos habitantes de la isla fueron transportados por la Corona española hacia el Virreinato del Río de la Plata, en territorios que hoy corresponden a Argentina y Uruguay, para trabajar como esclavos en plantaciones y obras. El número de annoboneses esclavizados es incalculable. Con la independencia de Guinea Ecuatorial en 1968, España transfirió el control de Annobón al nuevo gobierno encabezado por Francisco Macías Nguema. Desde entonces, la isla ha permanecido bajo la administración de Malabo, primero durante el régimen de Macías y luego bajo el de su sobrino y actual presidente, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quien lleva más de cuatro décadas en el poder.
Diversas organizaciones y colectivos de la diáspora denuncian que la isla sufre represión política, marginación económica y violaciones sistemáticas de Derechos Humanos. Pese a la riqueza de su subsuelo, especialmente en recursos como el petróleo, la población vive en condiciones de extrema pobreza y sin acceso adecuado a sanidad, educación, electricidad o agua potable. En 2022, un grupo de representantes políticos electos por la población de la isla proclamó la República de Annobón tras solicitar la autonomía y agotar todos los resortes de un diálogo con el gobierno impuesto, declarando su independencia de Guinea Ecuatorial. Sin embargo, el nuevo gobierno se vio obligado a actuar desde el exilio, ante las persecuciones de las autoridades ecuatoguineanas.
Hasta la fecha, ningún país ni organismo internacional ha reconocido oficialmente a Annobón como Estado soberano, salvo que en mayo de 2024 se incorporó a la Organización de Naciones Unidas de los pueblos No representados –UNPO–, con lo cual se espera una resolución de la ONU para que los países den su apoyo a gobierno de Annobón. Desde el exilio, sus dirigentes acusan a la ONU de mirar hacia otro lado frente a la situación y piden apoyo internacional para lograr el derecho a la autodeterminación.
Los annoboneses sostienen que su identidad cultural y lingüística, así como su historia singular y su territorio indiscutible, justifican su demanda de soberanía. Bajo el lema “Escucha y decisión sobre el futuro”, reivindican su derecho a decidir sobre su destino y se solidarizan con otros pueblos que buscan reconocimiento, como el saharaui, el palestino o el vasco.
Mientras el mundo celebra independencias consolidadas, Annobón sigue esperando la suya, recordando que la libertad no se concede: se conquista y los derechos humanos son para todos los pueblos del mundo. l
Trabajadora social, doctorada en Administración y Política Pública por la UPV/EHU y activista por los Derechos Humanos