La ducha es una costumbre del día a día más importante de lo que se cree. Y es que, a pesar de realizar este hábito a diario, a menudo no se tienen en cuenta algunos aspectos relacionados con la salud de la piel y el bienestar, al igual que ciertas cuestiones ambientales.
Del mismo modo, la duración de la ducha es un detalle que se pasa por alto. Algo que puede determinar su calidad, al igual que tener efectos en la higiene corporal, pues no siempre se sabe si es mucho o poco tiempo.
Ducha diaria y breve
Los dermatólogos afirman que ducharse una vez al día basta para mantener el cuerpo limpio, pero sin descuidar su duración. Por lo tanto, cinco minutos son suficientes para limpiar la piel, sin malgastar agua ni recursos.
Está comprobado que quienes no se asean a diario suelen pasar más tiempo en la ducha, algo que supone mayor gasto energético. De todas maneras, si se debe a motivos como, por ejemplo, el ejercicio físico, no hay inconveniente en ducharse más de una vez al día.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), con su guía ‘Water, Sanitation and Hygiene (WASH)’, coincide en que la duración ideal de la ducha no debe ser de más de cinco minutos.
A esto habría que añadirle los productos elegidos para cuidar la piel. Se aconseja emplear aquellos jabones o geles sin conservantes y sin perfumes. Y, en función de la persona, en caso de que su barrera cutánea sea atópica, debe escogerse aquel que no agrave su estado.
La barrera protectora de la piel
Otro motivo que sostiene las duchas breves es el dermatológico. Las duchas largas pueden dañar y hasta eliminar la barrera hidrolipídica de la piel, conocida como el "manto ácido", una capa protectora natural que garantiza su buena salud.
Esto significa que perder esta barrera puede ocasionar sequedad, irritación e incluso infecciones. Tampoco podemos olvidar la temperatura del agua: no se recomienda que esté muy caliente, por lo que es preferible apostar por la templada.
¿Con o sin esponja?
Otro aspecto a analizar es si usar o no jabón, puesto que frotarse con fuerza o emplear esponjas ásperas puede llegar a ser perjudicial para la piel, llegando a desaconsejar el uso diario de la esponja.
Además de su acción abrasiva, puede llegar a ser foco de bacterias si no se limpia con frecuencia. En su lugar, se puede dar masajes suaves con la mano u otros métodos para exfoliar.
Consejos para una buena ducha
Para ahorrar energía y agua en la ducha, hay varias soluciones, como instalar una alcachofa de bajo consumo para reducir el caudal. Otro remedio es reparar goteos y fugas nada más detectar estos contratiempos.
Cabe citar que cerrar el grifo mientras se aplica mascarilla, champú o jabón nos ayuda a no desperdiciar el agua y a ahorrar energía.
El impacto, en datos
Si miramos el gasto de agua en cifras, se estima que una ducha de cinco minutos gasta entre 95 y 100 litros de agua. Es decir, 20 litros por minuto. En cambio, una de quince minutos puede llegar a usar hasta 300 litros en una sola sesión, por norma general.