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Baskonia 95-73 Bayern de Múnich

El Buesa cambia la cara al Baskonia

El conjunto azulgrana se repone a un desastroso primer cuarto y termina sumando la victoria más holgada de la temporada ante el Bayern con su implacable versión como local

Todas las fotos del Baskonia - BayernJorge Muñoz

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El Baskonia es feliz cuando juega para sus aficionados, y sus aficionados son felices cuando ven a su Baskonia jugar así. El equipo de Paolo Galbiati supo recuperarse de una pésima puesta en escena y volver a mostrar su arrolladora versión como local a partir del segundo cuarto.

Kurucs prendió la mecha con su espíritu batallador, los vitorianos apretaron los dientes en defensa, anularon a su rival por completo y voltearon una desventaja de 13 puntos para terminar imponiéndose con un contundente 95-73 –la mayor diferencia de lo que va de campaña– y darse el lujo de divertirse y dar minutos a los suplentes en el tramo final con todo el trabajo hecho.

El conjunto azulgrana, con un quinteto formado por Simmons, Howard, Diallo, Kurucs y Diakite, se contagió de la temperatura del exterior del Buesa Arena y entró muy frío al partido. Superados en intensidad por el conjunto alemán, los gasteiztarras dieron demasiadas facilidades a su rival y en especial a Lucic durante los primeros minutos del encuentro.

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Tras encajar un 0-7 inicial con antideportiva de Howard incluida, los de Galbiati amagaron con meterse al partido con las penetraciones de Simmons (6-9), pero no lo iban a conseguir sólo con acciones básicas de bloqueo y continuación. El Bayern movió mejor el balón, dominó con claridad en los primeros diez minutos y contó con el acierto exterior de Obst, Voigtmann y Jessup, demasiado liberados para perdonar. Los alaveses, con un 0-5 desde el perímetro, atacaron muy estáticos en el cinco contra cinco, se mostraron blandos atrás y llegaron al final de cuarto inicial con un significativo 14-26 en contra.

El despertar de Howard y el cambio de ritmo

Necesitaba mejorar mucho el Baskonia y lo logró en el segundo parcial, en el que la imagen fue otra muy diferente. Diallo intentó alevar el ritmo en las transiciones, pero fueron Kurucs con su energía y Howard con su despertar ofensivo quienes cambiaron el partido.

El norteamericano cogió algo de confianza con acciones sencillas como un tiro de media distancia o una buena asistencia a Diop y Simmons, que se estaba encargando de llevar el timón, lo detectó y lo encontró para que anotara dos triples seguidos, el segundo forzado al más puro estilo Howard, con los que el Baskonia igualó el partido (31-31).

A partir de ahí, el choque cambió, los locales impusieron su vértigo sobre la pausa del Bayern y en esa locura se encontraron más cómodos que los alemanes, que se mantuvieron cerca al término de la primera parte gracias a una gran actuación individual de Jessup, que hizo daño a los pequeños locales (42-41).

Segunda parte redonda

Al regreso de vestuarios, el Baskonia consiguió mantener la dinámica del segundo cuarto e ir poco a poco estirando su renta. Con una versión más reconocible que recordó a la de las cuatro victorias consecutivas logradas en casa a principios de mes, los vitorianos llevaron el duelo a su terreno y, aunque el Bayern llegó a ponerse por delante con el 54-55, se jugó a lo que querían los locales y el paso al frente de Luwawu-Cabarrot marcó la diferencia.

El alero galo estuvo magnífico en ambos lados de la cancha en el tercer cuarto, abrió su lata particular desde el triple y provocó varias pérdidas que sacaron de quicio al Bayern. Con ocho puntos en el tramo final del tercer parcial, catapultó a su equipo, que lo escudó con la aparición de distintos compañeros en cada tramo del choque, en este Sedekerskis y Diop concretamente.

De esta manera, se llegó al cuarto decisivo con una renta de 67-59 que los alaveses supieron manejar cimentando de nuevo su juego en una buena defensa, frenando en seco al conjunto bávaro con implicación de todos los jugadores locales y mención especial a dos tapones de Diakite. En el otro lado de la cancha, Diallo, Nowell y Luwawu-Cabarrot aportaron su calidad para abrir aún más la brecha y dejar el choque sentenciado con cinco minutos aún por disputarse con el 81-64.

Una lesión en un dedo de la mano izquierda de Simmons, que se marchó al banquillo al principio del último cuarto y no volvió a ingresar al partido, fue la única nota negativa de un Baskonia inmaculado desde el segundo cuarto. El Baskonia del Buesa, ni más ni menos.