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Una ACB de cuentas pendientes para el Baskonia

El conjunto azulgrana arranca su nueva andadura en la liga doméstica con la necesidad de reivindicarse y revertir la tendencia negativa de los últimos cursos

Una ACB de cuentas pendientes para el BaskoniaACB Photo/A. Bouzo

La ACB está de vuelta. Tras las dos derrotas en Euroliga contra el Olympiacos y el Asvel, al Baskonia le toca centrarse en la liga doméstica con su debut este domingo en cancha del Casademont Zaragoza. Una competición que ha descuidado en las últimas temporadas y en la que ya no le vale jugar a medio gas como antaño para mantenerse en la zona noble de la clasificación.

El nivel medio de los clubes de la mejor liga doméstica del continente no ha dejado de crecer en los últimos años y el conjunto gasteiztarra, con un calendario cada vez más sofocante, ha visto como las cosas se igualaban y ha sido incapaz de rendir al nivel mínimo exigible para un equipo de su jerarquía en la ACB.

Desde que alzó el título de campeón de la temporada 2019-20 en la burbuja de Valencia, las decepciones ligueras han superado con creces a las alegrías. Las últimas dos temporadas ni siquiera ha sido capaz de clasificarse para la Copa del Rey. Volver a participar en un torneo que ha levantado en seis ocasiones a lo largo de la historia y que supone la vía más rápida para poder alzar un título debería ser una obligación para Paolo Galbiati y los suyos, que en más de una ocasión esta pretemporada han señalado la presencia en el torneo del KO como uno de los objetivos.

Con cuatro ausencias en las últimas seis ediciones, la afición azulgrana, que siempre se vuelca y está presente en la gran fiesta del baloncesto español participe o no su equipo, está sedienta de poder empujar a los suyos desde la ya lejana edición de Badalona en 2023.

Para estar en Valencia en el próximo mes de febrero, eso sí, será necesario un buen arranque de liga. El calendario no perdona y los rivales de la ACB tampoco, así que no habrá tiempo de aprendizaje y la plantilla deberá tomarse en serio la liga desde el principio.

Alargar la temporada

La misma exigencia que se aplicará al equipo en cuanto a la necesidad de regresar a una Copa del Rey se aplicará también en el caso del play off. La tarea de estar en las eliminatorias está siendo algo más asequible para el Baskonia, que una vez termina su participación en la Euroliga es capaz de centrarse plenamente en la ACB y, como sucedió el curso pasado, completar un buen final de temporada y conseguir el billete para las eliminatorias.

Eso sí, cabe recordar que hace dos años, en la temporada 2023-24 con Joan Peñarroya y Dusko Ivanovic en el banquillo, el equipo se quedó fuera del play off doméstico por primera vez en su historia desde la creación de la ACB en 1983, algo que levantó muchas ampollas. El curso pasado, con Pablo Laso en el banquillo, logró evitar un hundimiento similar, aunque lo hizo sufriendo hasta el final y terminando en octava posición. En consecuencia, se tuvo que ver las caras en cuartos de final con el Real Madrid, el rival más fuerte de la competición, con el factor cancha a favor, por lo que terminó cayendo a primeras de cambio pese a competir bien.

En un escenario idílico, el Baskonia debería intentar no sufrir en el tramo final y pelear por tener el factor cancha a su favor en la primera ronda del play off, con lo que aumentarían sus opciones de poder alargar la temporada. Con oponentes como el Real Madrid, el Valencia Basket, el Barcelona, el Unicaja, el Tenerife o el Joventut, no será fácil conseguirlo, pero a los de Paolo Galbiati hay que exigirles que estén codeándose con equipos de este grupo puntero de la ACB, y la temporada pasada no lo lograron.

Mayor fondo de armario

Esa misma lectura y autocrítica la ha realizado el club en verano y se han acometido importantes cambios tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico y en la estructura organizativa con el objetivo de revertir la tendencia negativa de los últimos años en la ACB.

La más importante fue la llegada desde Manresa del joven Xevi Pujol a la secretaría técnica como relevo del incombustible Alfredo Salazar, que sigue ejerciendo como apoyo, aunque ya sin tanta responsabilidad tras más de tres décadas en la brecha. El secretario técnico catalán de 35 años ha sido el encargado de construir una plantilla en la que la novedad más notable ha sido la gestión de los cupos de formación.

El Baskonia ha pasado de contar con cuatro jugadores formados en España, dos de ellos canteranos y sin apenas incidencia como fueron Pavel Savkov y Sander Raieste, a manejar cinco cupos contrastados con Matteo Spagnolo, Rodions Kurucs y Rafa Villar sumándose a Tadas Sedekerskis y Khalifa Diop. Esto debería permitir al equipo comandado por Paolo Galbiati tener una rotación más amplia y repartir mejor los esfuerzos para rendir a mayor nivel en la ACB, aunque sin llegar a la flexibilidad y profundidad de los otros tres equipos de la Euroliga, con presupuestos más elevados y plantillas de hasta 16 piezas de primer nivel.

Principales escollos

Los cambios que ha acometido el club y la llegada de cupos de calidad deberían ayudar a competir mejor en la ACB, aunque no asegurarán el éxito del Baskonia. Sus oponentes también han hecho los deberes en verano y pondrán las cosas muy difíciles a los de Paolo Galbiati, que esta campaña tendrán la dificultad añadida de tener que disputar cuatro encuentros más en la fase regular de la Euroliga debido a la ampliación a 20 participantes.

Eso supondrá mayor desgaste físico para una plantilla que llegará más fatigada al fin de semana que los oponentes que no tengan que participar en competiciones europeas o que disputen torneos menos exigentes como la Eurocup o la Basketball Champions League.

Al Baskonia se le escapó la clasificación para la Copa del Rey en canchas como la del Girona.

A ello se le suma la presencia, al igual que en el tramo inicial de la pasada temporada hasta que Kamar Baldwin obtuvo la nacionalidad georgiana, de tres jugadores extracomunitarios en nómina. Por lo tanto, bien Trent Forrest, bien Markquis Nowell o bien Markus Howard deberán quedarse fuera de las convocatorias de la ACB para cumplir con el máximo de dos que marca el reglamento.

Todo esto lo deberá gestionar un entrenador novato que no conoce la ACB como es Paolo Galbiati, que contará con la inestimable ayuda del técnico asistente Pablo Pin, que ya cuenta con experiencia como entrenador principal en la Liga Endesa con el Granada. Una de las principales tareas del cuerpo técnico será motivar a los jugadores, a quienes en las recientes ediciones les ha costado ponerse el mono de trabajo en plazas más humildes apartadas de los focos y el glamour de la Euroliga entre semana.

En definitiva, urge recuperar la sintonía con la ACB y saldar las numerosas cuentas pendientes de los últimos años, empezando por la visita a Zaragoza, donde ya tropezó el Baskonia la temporada pasada.