Un guion ya visto en demasiadas ocasiones. La película de siempre. Un Baskonia de dos caras. Bipolar. Un equipo plano en ataque y demasiado blando en defensa durante una primera mitad en la que cómo no, volvió a sufrir un apagón, en esta ocasión de enormes dimensiones, y un equipo volcánico y más duro atrás en la segunda.
La floja puesta en escena de los de Laso les condenó a una nueva remontada. De nuevo a remar contracorriente tras una primera mitad en la que el Baskonia cometió los mismos pecados que lleva arrastrando a lo largo de toda la temporada.
Pérdidas infantiles, grotescas algunas –6 en el primer cuarto–, desatenciones defensivas y falta de fluidez en el cinco contra cinco. Con esos ingredientes no es de extrañar que un Baskonia que empezó como un tiro y se puso 7-0 al poco de arrancar recibiera uno de esos terroríficos parciales que le obligan a remontar durante las segundas partes.
Parcial de 17-41 en 15 minutos
El Gran Canaria consiguió en los 15minutos siguientes a ese 7-0 inicial un parcial de 17-41, que puso al cuadro insular 17 puntos arriba (24-41). Un apagón más tremendo que el sufrido en ocasiones anteriores.
Los de Lakovic consiguieron ese espectacular marcador entre el minuto 2:26 y el 17:36 gracias a su buen hacer en ataque y a la incapacidad ofensiva de un Baskonia sin ideas y que tan solo vivía de las acciones individuales de sus jugadores. Y es que en esa primera mitad, el cuadro canario presentaba un estratosférico 83% (10/12) en tiros de 2.
El Gran Canaria movía bien el balón y se aprovechaba de los desajustes defensivos de los de Laso para anotar con facilidad en las cercanías del aro. Letales en tiros de dos. Y es que hasta cinco jugadores hicieron pleno en tiros de dos en esa primera mitad –Brussino, Conditt, Salvó, Thomason (2/2) y Tobey (1/1)–. Mucho daño.
Una herida que no conseguía taponar un Baskonia, que para colmo de males estuvo muy atascado en ataque. Buena prueba de ello son los escasos 32 puntos al descanso.
Howard, de base
Cifra, que se aumentó en esos 2:24 minutos finales gracias a la clarividencia de Howard desde el puesto de base. Y es que a falta de menos de dos minutos y medio, el luminoso mostraba un marcador extremadamente bajo de 24 puntos para el Baskonia.
Pues bien, en ese tramo final la verticalidad de un Howard que actuó como base para penetrar y repartir juego permitió al Baskonia anotar 8 puntos en un visto y no visto.
Howard entraba en escena. Un primer chispazo de lo que estaba por llegar. Y es que en el tercer cuarto apareció esa versión de jugador destascador que se echa al equipo en la espalda cuando más le necesita. El de New Jersey, que había fallado sus cinco primeros lanzamientos triples, anotaría 8 puntos en los 5:23 que estuvo en pista en ese tercer cuarto con 1/1 en tiros de 2 y 2/3 en triples.
Parcial de 33-14 en diez minutos
El Baskonia pasaba del 24-41 al borde del descanso al 57-55 a 1:19 del final del tercer cuarto tras un parcial de ¡¡¡33-14!!! en diez minutos. La otra cara de este Baskonia. De Doctor Jeckyll a Mr Hyde. Reacción gracias a su agresividad en defensa y acierto en ataque con un Howard descomunal en labores de base
El compulsivo anotador azulgrana estuvo letal desde el arco.
Y es que tras anotar solo 2 puntos en la primera mitad, firmó una segunda más que notable en la que se fue hasta los 16 puntos con unos porcentajes más que correctos –1/2 en tiros de 2 y 4/7 en triples–, entre ellos, uno tras darse un giro de 360 grados sobre si mismo para driblar a su par. Es la magia de Howar. Markus, el desatascador.