El Baskonia ya está con la mente puesta en el encuentro que le enfrentará al Partizan este viernes en Belgrado a las 20.30 horas y Pablo Laso, una vez los internacionales que han participado en las ventanas FIBA han regresado a Vitoria, trabaja ya con todas sus piezas a excepción del lesionado Kamar Baldwin. 

Uno de los jugadores que ha defendido los colores de su selección es Timothé Luwawu-Cabarrot, que valoró positivamente su regreso al conjunto francés en su comparecencia de este miércoles ante los medios de comunicación. “Ha sido genial volver y juntarme con algunos amigos, conocer al nuevo seleccionador y conseguir las dos victorias”, afirmó el alero, que reconoce que estar en la convocatoria del próximo Eurobasket es uno de sus “objetivos”. “Hay mucho talento y el pasado no garantiza nada, así que tendré que dar el máximo y ojalá consiga estar ahí”, añadió.

En cualquier caso, su foco está ahora en la visita al Partizan: “Tengo ganas de volver a la competición y especialmente jugar en Belgrado. Va a haber un ambiente fantástico y eso tiene que ser una motivación para nosotros y ayudarnos a comenzar la segunda parte de la temporada”. 

Aunque parte del parón lo ha pasado con Francia, explicó que el equipo ha aprovechado estas semanas de entrenamiento para incorporar “un nuevo sistema defensivo y alguna pequeña novedad en ataque”, además de que ha permitido a los jugadores “conocerse algo mejor”, algo que debería reflejarse a partir de este momento sobre el parqué.

El ‘play in’, aún posible

Esa mejoría será necesaria para poder alcanzar los puestos de play in de la Euroliga, objetivo enormemente difícil en estos momentos, pero al que Luwawu-Cabarrot se niega a renunciar. “Creo que es muy posible, todo es posible mientras los números así lo digan. Pienso que estamos en una buena situación. Es verdad que no nos quedan muchos partidos en casa, pero estoy seguro de que si conseguimos al menos dos o tres victorias a domicilio podemos estar en la pelea”, defendió.

En cualquier caso, intenta no pensar más allá del encuentro contra el Partizan: “Es muy importante ir partido a partido, es lo que tenemos que hacer. No podemos pensar en si debemos ganar este y el otro encuentro, debemos centrarnos en lo siguiente”.

En cuanto a los motivos que han impedido al Baskonia encadenar tres victorias consecutivas en lo que va de curso, el internacional francés achaca esa falta de regularidad a la exigencia de competir en la Euroliga. “La competición es cada año más dura y no hay muchos equipos que sean capaces de encadenar tres o más victorias. Igual no hemos jugado aún al máximo de lo que podemos dar, pero tal vez lo consigamos en este tramo final”, deseó. Para ello, “cada partido tiene que ser una final” para los alaveses de ahora en adelante, algo que deber ir acompañado de trabajo duro y concentración en los entrenamientos.

El ambiente en el Belgrado Arena, donde Luwawu-Cabarrot no recuerda haber ganado anteriormente en su carrera, seguro que será el de una final, aunque bajará sus decibelios respecto a otras ocasiones a causa del cierre del 20% del pabellón impuesto por la Euroliga como castigo por lo sucedido en el derbi contra el Estrella Roja. “Tal vez el ambiente será diferente, pero la intensidad del rival va a ser la misma de siempre e incluso mayor porque saben que no van a tener tanto empuje por parte de la grada como en otras ocasiones, así que tenemos que estar preparados para ello”, advirtió.

Vuelta al puesto de 'dos'

Con la ausencia de Kamar Baldwin, que estará unas semanas de baja a causa de una lesión en el pie, es esperable que Luwawu-Cabarrot regrese al puesto de escolta, donde ya jugó en el tramo inicial de la temporada y donde no se encuentra tan cómodo como en el de alero, aunque él está a disposición de lo que solicite Pablo Laso. “Tal vez me toque, sí. Sólo he participado en un entrenamiento desde que volví a Vitoria y no sé qué decisión tomará el entrenador, pero haré lo que sea necesario para ayudar al equipo a ganar. Si eso supone jugar en el dos, lo haré”.

Por último, cerró su intervención con un ambicioso mensaje al afirmar que, personalmente, su mejor momento de forma como baskonista es “el que viene ahora”.