Juan Ortiz de Pinedo: “Si pones a Moneke en venta, seguro que habría cola para comprarlo”
El ex jugador baskonista considera que en el brillo de las figuras del Unicaja y Baskonia, hay igualdad entre los dos clubes
Ortiz de Pinedo considera que existe cierto equilibrio en cuanto a los jugadores desequilibrantes en uno y otro bando entre el Unicaja y Baskonia.
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Pese a que es consciente de que cualquiera de las figuras de Unicaja –Perry, Carter, Taylor, Osetkowski...– o Baskonia –Howard, Moneke...– pueda tener una incidencia notoria en el partido, en este aspecto ve “a los dos equipos muy igualados”.
“Por ahí no creo que se decida quién pueda ganar o perder, ya que considero que prevalecerá el juego colectivo”.
Eso sí, el exbaskonista no quiere pasar por alto la ocasión de destacar la calidad de una de las estrellas del Baskonia, en este caso Moneke. “Si le pones a la venta, habría cola para comprarlo”, admite respecto al ala-pívot nigeriano, del que subraya que “la llegada de Samanic le ha puesto un poco las pilas y le ha venido bien, ya que antes jugaba un poco en plan figura”.
Howard, un bajón previsible
Por otro lado, Juan cree que uno de los factores que puede decidir el choque es Markus Howard, un jugador que este curso está rindiendo por debajo de las campañas precedentes, algo previsible en opinión de Ortiz de Pinedo por varios factores.
Forrest, la cara; Howard, la cruz
“Se podía esperar ya que los equipos contrarios cada vez le conocen más. Además, mide 1,78 y los equipos rivales buscan desgastarle en defensa con jugadores 20 centímetros más altos que él y esto provoca a su vez que en ataque sufra más ya que le condiciona su juego”.
Además, otro de los aspectos que ha provocado este bajón en sus números reside en la menor fluidez en el juego baskonista. “No es lo mismo que a Howard le pasen el balón tras dos bloqueos a que tenga que ir él a buscarlo y prepararse él su tiro, cuando no debía ser así”, razona.
Dos clubes con sello de identidad 'Made in Gasteiz'
“El año pasado tiraba mejor porque le daban mejor los balones y este año muchas veces ve que han pasado tres ataques sin tirar y se frustra; entonces cuando le llega el balón en el cuarto ataque lo lanza de forma precipitada y eso no suele ser una buena opción”, añade.