El próximo 9 de febrero, se cumplen tres años de la llegada de Ibon Navarro a un Unicaja al que ha conducido a uno de sus mejores momentos de su historia. Por su parte, Pablo Laso lleva algo más de ocho meses al frente del Baskonia.
Dos técnicos gasteiztarras frente a frente por segunda vez esta temporada ya que sus respectivas escuadras se miden este domingo con motivo de la decimonovena jornada de la ACB en el Carpena.
Juan Ortiz de Pinedo, el primer entrenador que tuvo Pablo Laso en San Viator desde los 10 hasta los 16 años, analiza el enfrentamiento entre los dos entrenadores vitorianos, el estilo de ambos y los puntos fuertes y débiles de cada equipo.
Identidad: Una misma filosofía
Pese a que reconoce que ambos han llegado a la élite “por diferentes caminos”, Ortiz de Pinedo considera que ambos comparten una “misma filosofía”. “Pablo después de jugar ya se puso a entrenar, mientras que Ibon no llegó a jugar en la élite y su irrupción en los banquillos se produjo tras ser asistente de grandes técnicos y eso da escuela y conocimiento”, indica.
Pese a partir desde distintos puntos, ambos confluyen en un estilo similar. “El concepto de baloncesto es el mismo o muy parecido en ambos casos”, explica.
El entendido en la materia destaca que tanto Navarro como Laso apuestan “por un baloncesto moderno, con una base clásica en la que los jugadores cuentan con posiciones muy definidas, empezando por los bases, ya que para ellos es clave el contar con un director de juego de los de toda la vida”, añade.
Los bases: Continuidad-adaptarse
Ortiz de Pinedo sostiene que en este puesto el Unicaja cuenta con una gran ventaja respecto al Baskonia por la continuidad que tiene el cuadro malagueño en sus plantillas . “Ibon tiene la suerte de que ha mantenido el esquema del equipo varios años y lo que ha hecho es, basándose en esa columna vertebral, ir añadiendo alguna pieza que necesitaba, mientras que el problema que tiene el Baskonia es que al tener que vender algunos jugadores, los nuevos que llegan tardan en adaptarse”.
La estabilidad de la plantilla malagueña le permite en su opinión “jugar más como equipo”, mientras que la renovación en el Baskonia ha provocado ver a un conjunto que tira “más de individualismo”.
"Ibon tiene la suerte de que ha mantenido el esquema del equipo varios años, mientras que el problema que tiene el Baskonia es que los nuevos que llegan tardan en adaptarse"
“Pablo viene con el equipo hecho y podremos exigirle ya a partir del año que viene cuando ya se asienten algunos de los nuevos de este año, como ha pasado con el griego (Rogkavopoulos) por ejemplo”, añade al respecto.
Y es que en su opinión, algunos de los integrantes de la plantilla baskonista de este curso “son líderes, grandes jugadores, pero por contra no dan lo que el equipo y Pablo necesita”. Bajo su punto de vista, las principales carencias residen en la aportación de los directores de juego. “De bases tienen poco. Por eso quizá esté probando a ponerles juntos para a ver si entre ambos le dan más ritmo y no están tanto tiempo amasando el balón”.
“Son más un dos, que un uno”, precisa al respecto, lo que genera que el Baskonia “juega muy estático y maniobra mal en ataque”.
Puntos fuertes: Grupo-individualidades
“Juega en casa, nosotros bajamos mucho cuando lo hacemos fuera y si miramos los números, ellos son claros favoritos”, indica Juan Ortiz de Pinedo. El exentrenador gasteiztarra destaca que el punto fuerte de Unicaja reside en su bloque. “Aunque tenga individualidades muy buenas, es un equipo que juega muy bien en equipo y que tiene a favor que ahora están muy venidos arriba por sus buenos resultados”.
El que fuera mentor de Laso en su adolescencia se deshace en elogios hacia el cuadro malagueño. “Tiene una plantilla muy larga, defiende muy bien, es un equipo muy fuerte a nivel defensivo y en ataque cuenta con jugadores rápidos y eficientes”, desgrana.
“Aunque tenga individualidades muy buenas, es un equipo que juega muy bien en equipo y que tiene a favor que ahora están muy venidos arriba por sus buenos resultados”.
Respecto al Baskonia, Ortiz de Pinedo aclara que “debe defender mejor los uno contra uno” del rival. Al menos, soluciona este problema “gracias a que está bien en las ayudas defensivas”. “El equipo compensa esos fallos en el uno contra uno con ayudas colectivas”, recalca.
En ataque reclama “primar el colectivo y jugar en equipo”, además de evitar que “los jugadores intenten jugársela ellos por sí solos en vez de buscar un sistema”. Y es que el que fuera profesor de San Viator entiende que la fuerza del grupo y un partido sin fallos en el que brillen las individualidades baskonistas será clave para que el conjunto vitoriano salga airoso del Martín Carpena. “El Baskonia tiene que hacer todo a la perfección para poder ganar”.
Energía: Desgaste azulgrana
Otra de las claves del partido residirán, en opinión de Ortiz de Pinedo, en la mentalidad con la que afronten los dos equipos el choque y la energía de la que dispongan, aspecto este en el que ve con ventaja al Unicaja. “Ellos no tienen el desgaste de la Euroliga ya que su competición europea es más llevadera. Al Baskonia le suele pasar factura el esfuerzo realizado en Europa en la ACB ya que vienen de jugar una competición mucho más exigente, por lo que será clave afrontar el partido con la mejor mentalidad posible”.
El exentrenador azulgrana entiende que las opciones del Baskonia pasan por reducir la anotación de Unicaja. “Suelen meter casi 90 puntos por partido y habría que tratar de dejarles por debajo de 80 para tener opciones”, vaticina.
Ritmo: Imprimir velocidad
Este tipo de partidos se suelen decidir en muchas ocasiones por pequeños detalles. Ahí puede estar el poderío en el rebote ofensivo del Baskonia, minimizar las pérdidas, el acierto exterior... Sin embargo, para Ortiz de Pinedo hay un factor mucho más determinante y ese no es otro que “dar rapidez a la hora de atacar”.
Y es que, a su juicio, si el Baskonia es capaz de correr, imprimir un ritmo vivo a sus ataques y jugar con cierta fluidez tendrá más opciones de victoria, tal y como se vio ante el Real Madrid por ejemplo. “En ese partido gracias al buen ritmo se reducen los errores de pérdidas, se lanza mejor ya que tras un buen ataque en el que haya movimientos de todos los jugadores, los tiradores encuentran mejores posiciones”, recuerda.
Por eso, Pinedo reclama dejar de amasar tanto la pelota a los bases y dotar al equipo de una marcha más. “Hay que evitar que el base bote tantas veces sin generar y retenga la pelota ocho o nueves segundos”, insiste.
Ibon Navarro: ¿Al Buesa, quién sabe?
Juan Ortiz de Pinedo no se atreve a aventurar si el camino de vuelta a casa que emprendió el pasado verano Pablo Laso pueda ser llevado a cabo en un futuro por otro técnico de la casa y de éxito como Ibon Navarro. “Es difícil de saber. De hecho, yo lo de Pablo ni me lo esperaba, por lo que igual sí que se puede dar”, apunta.
El futuro dirá, pero según su punto de vista el presente azulgrana pasa por Laso. “Ahora hay que centrarse en que a Pablo las cosas le salgan bien”, puntualiza. Al menos, eso espera. Es más, Ortiz de Pinedo vislumbra al actual inquilino del banquillo azulgrana “como la persona idónea para llevar la sección de baloncesto del Baskonia durante años”, concluye.