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La conexión alavesa con la guerra fría y el ciclismo

Luis Mari Díaz de Otazu participó en el año 1987 en la Carrera de la Paz, prueba en la que se inspira la novela de Juanjo Moral ‘Vencer en tierra de espías’

La conexión alavesa con la guerra fría y el ciclismo

Guerra fría y ciclismo. A día de hoy parece complicado encontrar la relación entre ambos. Pues bien, la tiene y encima existe una conexión con el territorio histórico de Álava. 

En las postrimerías de la dictadura franquista, allá por 1975, una delegación de la selección española de ciclismo acudió por primera vez a Berlín oriental a tomar la salida en la mítica Carrera de la Paz, la competición ciclista más importante al otro lado del Telón de Acero para corredores amateur y en su día con mayor relevancia incluso que el Tour del Porvenir y también conocida como el Tour de Francia del Este o el Tour Comunista.

Pese a que no había depositadas muchas esperanzas en la participación española durante su estreno en 1975 en la Carrera de La Paz, el resultado final fue un verdadero éxito tras lograr dos triunfos de etapa por parte de Enrique Martínez de Heredia y Juan José Moral.

Un equipo posa durante una de las primeras ediciones de la Carrera de la Paz

De la carretera a una novela

El pasado verano se publicó la novelaVencer en tierras de espías, obra de Juanjo Moral, hijo del ganador de una de esas etapas en la que recuerda aquella gesta de una prueba mítica. Este jueves será presentada precisamente en la librería Elkar de Vitoria y años después participaría en ella el alavés Luis Mari Díaz de Otazu. 

Un corredor provincial disputando allá por 1987 la mítica prueba que transcurría por la República Democrática Alemana, Checoslovaquia y Polonia. Una carrera en la que los poderosos ciclistas del Este solían arrasar y que pese a su dureza dejó un buen sabor de boca en el corredor alavés, tal y como recuerda el propio Juanjo Moral. 

Juanjo Moralposa con su novela 'Vencer en tierra de espías' junto a su amigo, el también aficionado baskonista, Mikel Urcelay

Díaz de Otazu formaba parte de una selección española que estaba dirigida por Manolo Saiz, su técnico en la ONCE años después. “Con él he tenido trato ya que en Irizar antes por mi trabajo diseñaba los autobuses ciclistas e hice el que lleva el equipo Jayco del que él forma parte de su estructura y recuerda con cariño su participación en esa carrera”, afirma Juanjo, quien destaca que fue “durísima” para ellos “por la climatología, las etapas y los rivales”. 

“Lo recuerda como algo excepcional en su carrera, ya que en aquella época no era tan fácil viajar a estos países de más allá del Telón de Acero en plena guerra fría”. Ahí está la relación: ciclismo y guerra fría. Una unión plasmada en la novela Vencer en tierra de espías.