El Baskonia estaba contra las cuerdas a falta de 5:51 minutos para el final del partido cuando una canasta de Sima ponía el 65-77 en el marcador. Parecía una quimera poder remontar 12 puntos a un serio Unicaja, dueño y señor del partido tras el descanso. 

El conjunto azulgrana pagaba sus innumerables pérdidas –llevaba 16 tras la conclusión de los tres primeros cuartos– y también otro día horrible en ambos lados de la cancha con los lanzamientos de tres puntos. La cruz del triple una vez más.

Los de Laso penaban de nuevo por culpa de su mala puntería –5/19 (26%) en esos primeros 30 minutos–, y también por el excelente acierto del rival desde más allá del arco –11/17 (64%)– a esas alturas de partido.

Un calvario ver cómo los de Laso eran acribillados desde el arco. Osetwoski con un excelente 5/6 (83,3%) en esos primeros 30 minutos era el que más daño estaba haciendo a un Baskonia incapaz de frenar el acierto desde el triple del Unicaja y de limitar sus pérdidas.

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Un parcial de 18-6 en 4:26

Y es que el partido era una sucesión de errores de los jugadores azulgranas, que de forma incomprensible regalaban el balón y poco después los de Ibon Navarro clavaban su puñal encestando un triple, fruto de su facilidad para lanzar liberados y sin oposición gracias a su excelente circulación de balón.

Así parecía complicado pensar que habría opciones de victoria. Pues bien, en esta ocasión el cuadro gasteiztarra sacó a relucir su garra y su ya famoso carácter cuando peor pintaban las cosas. El Baskonia nunca se rinde.

Así comenzó a gestarse una remontada por la que muy pocos daban un euro minutos antes. De la mano de un Baldwin espectacular y un escudero de lujo como Luwawu-Cabarrot, el Baskonia volvió a meterse en el partido con un parcial de 18-6 en 4:26.

24 de los 32 puntos

Entre el base estadounidense y el alero francés anotaron 24 de los 32 puntos del conjunto gasteiztarra en ese último cuarto. Al galo le costó arrancar en el partido. Buena prueba de ello es que sus primeros puntos de los 11 que anotó no llegaron hasta que restaban 7:50 para la conclusión del duelo. 

Sin embargo, fue anotar ese primer lanzamiento y despeinarse después. Suyo fue el tres más uno desde el lateral que cambió el guión del partido. De poder irse el Unicaja a más de 12 puntos a estar tan solo con 8 sobre el Baskonia.

Otro excelente triple suyo instantes después y un mate, tras remontar la línea de fondo, dejaban al Baskonia a tan solo 5 puntos cuando quedaban aún 3:05 para el final. 

Partido abierto, más tras la aparición de un Baldwin estelar a continuación. Jugón. El georgiano dio un 'clinic'. Letal en el uno contra uno, hábil para coger un rebote y acabar el contragolpe con un mate y con una confianza ciega en su lanzamiento para acribillar a su rival desde los 6,75 metros.

Sus números así lo confirman. El director de juego estadounidense anotó 13 puntos en esos 10 minutos finales con pleno de acierto en lanzamientos de campo tras anotar sus dos intentos de tres y sus dos lanzamientos de dos.

Tan solo falló uno de los cuatro libres que intentó. Además, manchó su estadística con un mate, un rebote, una asistencia y dos faltas recibidas para 16 créditos de valoración en esos 10 minutos. Sobresaliente. 

Sin embargo, el ardor y el pundonor de estos dos guerreros no fue suficiente para llevarse la victoria ante Unicaja. Gracias a ellos se pudo soñar, pero al final su casta se quedó sin premio.