La llegada de Donta Hall (Luverne, 1997) el pasado verano ha supuesto una inyección de energía y físico para el juego interior azulgrana, que llevaba tiempo sin contar con un pívot con sus muelles y capacidad de intimidación. El estadounidense, intocable para Laso, ha sido el cinco principal del Baskonia desde el comienzo del curso cuajando alguna actuación monstruosa como la de los 27 puntos y 45 créditos de valoración registrados contra el UCAM. En cualquier caso y como explica en la entrevista concedida a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, su mejor versión todavía está por llegar.
Primera temporada en Vitoria después de tres años en Mónaco. ¿Qué tal le están yendo las cosas hasta ahora en su nuevo hogar?
Bastante bien, sinceramente. No me puedo quejar. La ciudad es agradable, aunque de todas formas tampoco paso mucho tiempo en la calle. Mi rutina es básicamente entrenar, jugar, pasar tiempo en el gimnasio y jugar a videojuegos cuando llego a casa. La única pega tal vez sea el clima. La lluvia y el frío no van conmigo, los odio.
¿Ha supuesto un gran cambio pasar del lujo de Mónaco a Vitoria?
Desde luego son lugares muy diferentes, pero tampoco ha supuesto un cambio enorme o duro para mí. Nunca había estado en un lugar tan precioso como Mónaco, es un sitio muy especial, pero Vitoria tampoco está mal.
¿Coincide con su excompañero Mike James en que es un lugar aburrido?
Me lo preguntan en todas las entrevistas en las que hablo de Vitoria (risas). Creo que no es justo compararlo con Mónaco porque es distinta a cualquier otra ciudad y todo te va a parecer aburrido después de ello. Yo siento que me estoy adaptando bien.
“Soy más que únicamente un mateador; según gane confianza iré asumiendo otros tiros”
¿Qué es lo que le hizo decantarse por Vitoria y por el Baskonia en verano?
En primer lugar, hablé con Chima Moneke y me gustó lo que me contó y, en segundo lugar, estaba buscando un lugar en el que contar con más minutos y protagonismo. Sentí que era un buen momento para venir, le estoy agradecido por ello y creo que he ido mejorando desde que llegué, fluyendo cada vez más.
¿Qué es lo que le dijo para convencerle?
Tampoco demasiado, realmente. Tenía ofertas para ir a otros equipos, pero el conocer a Chima anteriormente y lo bien que congeniamos el tiempo que pasé en Mónaco, unido al deseo de buscar más minutos, hizo que no me lo pensara.
¿Siente que está recuperando la confianza en el Baskonia después de una mala campaña en Mónaco?
Totalmente. Día a día estoy sintiéndome mejor. Había perdido mucha confianza en mí mismo y poco a poco estoy volviendo a ser mi viejo yo. Mi objetivo es volver a ser el que era en 2019 y 2020, cuando llegué a la NBA.
¿Cómo explica los constantes altibajos que está teniendo el equipo en este inicio de temporada?
En mi opinión, es todo cuestión de nuestra mentalidad y personalidad. No hemos salido con la misma mentalidad en unos partidos que en otros y eso tiene que cambiar. También estamos aún en proceso de encontrar consistencia y confianza los unos en los otros. Cuando jugamos juntos, nos divertimos y somos nosotros mismos las cosas funcionan, cuando empezamos a hacer cosas que se salen del guión es cuando todo se complica.
“Yo les prometo a los bases que si me ponen el balón junto al aro lo cazaré, es cosa de creer en los demás”
¿En qué están trabajando en estos momentos para conseguir esa consistencia?
Estamos jugando demasiado despacio. Somos un equipo con jugadores jóvenes en su mayoría y tenemos que ser más activos y correr la cancha tanto hacia arriba como hacia abajo. En defensa, como decía, debemos confiar al cien por cien en nuestro compañero y también comunicarnos más.
¿La plantilla sigue creyendo que es posible clasificarse para la Copa del Rey o ya no piensa en ello?
Sí, seguimos manteniendo los mismos objetivos, no nos hemos rendido y no tenemos intención de hacerlo. Hemos empezado esto juntos y lo vamos a terminar juntos. Aún tenemos distintos objetivos por delante y no sólo la Copa del Rey, también está el play off.
Tras el partido contra el Bilbao Basket, Moneke subió a sus redes sociales una publicación ironizando sobre los rumores que decían que el club le busca salida. ¿Cómo se está tomando todo esto?
Son sólo medios, siempre ves cosas en redes sociales sobre ciertos jugadores que luego no tienen que ver nada con la realidad. Lo lees y sigues a lo tuyo. Como le decía, empezamos esto juntos y lo vamos a terminar juntos.
También trajeron cola las declaraciones de Pablo Laso cuando dijo después de perder contra el Valencia que “la plantilla a veces se mejora quitando”. ¿Cómo les sentó eso?
Tal vez fue un toque de atención o una manera de intentar motivarnos, pero al final forma parte también de ese mundo mediático del que hablaba. Al final del día, jugamos, entrenamos y trabajamos duro juntos y lo que esté ocurriendo fuera no importa. El exterior es el exterior, lo que pasa dentro es lo que nos tiene que importar.
¿Qué tal su relación con Pablo Laso como entrenador?
Hasta ahora bien, es alguien abierto y muy diferente, honestamente. Por lo demás ha ido todo bien, habla mucho con los jugadores y nos intenta ayudar a ser mejores.
¿A qué se refiere con que es muy diferente?
Simplemente que es diferente a los entrenadores que he tenido en el pasado, tiene una forma distinta de actuar en según qué situaciones, en mi opinión bastante mejor que en casos anteriores.
Viene de unas semanas en las que personalmente ha hecho buenos números. ¿Siente que cada vez conecta mejor con los bases?
Sí, creo que estamos poco a poco encontrándonos más cómodos y entendiéndonos mejor. Es algo en lo que estamos trabajando. Yo intento darles la confianza de que si me mandan el balón por encima del aro, que es lo que yo hago, la voy a coger, y también en defensa para que sientan que yo voy a estar detrás para taponar.
¿Le gustaría tener más química con Forrest y Baldwin?
Yo personalmente les dejo hacer su juego. Si llega el globo para el alley oop, bien, y si no, pues toca seguir. Es algo en lo que trabajamos en los entrenamientos, yo les prometo que si me ponen el balón cerca del aro lo voy a cazar, es cuestión de creer los unos en los otros y estamos en ese proceso.
“Los rumores sobre Moneke son cosas de los medios, lo de dentro es lo que importa”
Es uno de los mejores de la Euroliga machacando el aro y taponando, pero, ¿le gustaría añadir algún aspecto más a su juego?
Sí, me gustaría lanzar más, tanto de dos como de tres, como hacía en el pasado. En el tiro libre, por otro lado, creo que he mejorando bastante respecto a temporadas anteriores. Soy más que únicamente un mateador, según crezca mi confianza iré asumiendo otros tiros.
¿Se ve amenazando desde el perímetro como otros pívots de la actualidad?
Desde luego, volveré a ello tarde o temprano. Hay vídeos míos en Youtube de cuando lanzaba más de tres y quiero recuperar esa faceta. Tengo capacidad para hacerlo, mi confianza está creciendo lentamente y espero recuperar ese aspecto de mi juego a lo largo de tal vez los próximos dos años.
¿Disfruta más machacando el aro o colocando un tapón?
Me preguntaron el lunes lo mismo, es un buen dilema... ¿Qué es más excitante, sellar el partido con un tapón o un mate con tiro libre adicional? Es complicado decirlo, depende de cómo sea el tapón... Eso sí, si es un mate sobre alguien que te hace falta y sacas el tiro libre adicional, me quedaría con ello seguro.
“Lo mejor de Vitoria son los aficionados; hay amor por el baloncesto”
Pese a la agresividad y poderío físico que siempre muestra cada vez que salta a la cancha, Hall se define como una persona tranquila fuera de ella, hogareña y amante de la música góspel. De hecho, tal vez nunca hubiera llegado a ser jugador de baloncesto sin el trágico fallecimiento de su padre que lo marcó a los 13 años.
¿Por qué viste el número 45?
Por mi padre, que falleció en 2010 durante un partido escolar mío mientras estaba en la grada. Él siempre vistió el número cinco, tanto cuando jugaba a béisbol como en el baloncesto, y terminó por convertirse en su mote, todo el mundo le llamaba cinco. Es un número que en la familia identificamos con él y que yo también he vestido en ocasiones a lo largo de mi carrera. Junto al cuatro (four en inglés), quiere decir “para siempre cinco” (four-ever five).
Muchas veces ha hablado de que el fallecimiento de su padre le motivó a dedicarse al baloncesto. ¿Sigue siendo una motivación hoy en día?
Desde luego, lo es cada día, siempre que vengo aquí a trabajar. En varias ocasiones a lo largo de mi carrera me he planteado dejar el baloncesto, pero empecé en esto por él y por mi madre y he llegado hasta aquí también gracias a ellos.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Desde que llegué a Vitoria principalmente jugar a videojuegos. Voy a entrenar, al gimnasio y luego al llegar a casa cojo la consola o veo algún vídeo en Youtube.
"Si no hubiera sido jugador de baloncesto me habría gustado dedicarme a la música o a conducir camiones"
¿A qué se dedicaría si no fuera jugador de baloncesto?
Pues me gustaría ser o músico porque también toco la batería, o conductor de camiones.
¿Tiene una batería en casa?
Sí, tengo una batería eléctrica para ensayar. Tenía una en Mónaco que me encantaba, pero cuando me enteré de que no iba a seguir allí y quise traerla de vuelta había desaparecido, así que tuve que comprar otra al llegar a Vitoria. Me gusta tocar música relajada, góspel sobre todo.
¿Cuál ha sido el jugador más difícil que ha tenido que defender en su carrera?
Sin duda Joel Embiid. Que no se me malinterprete, porque el primer partido que jugué en la NBA fue contra Nikola Jokic, pero era uno de esos encuentros de final de temporada en el que no nos jugábamos nada y no se lo tomó tan en serio, aunque fue muy difícil igualmente.
¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de Vitoria?
Lo que menos el clima. En días fríos como estos llego a casa y no tengo ninguna gana de salir a la calle. Lo mejor diría que los aficionados. En otros clubes anteriores como Mónaco también hay buenos fans, pero creo que aquí se nota que hay mayor amor por el baloncesto. A cualquier sitio al que voy siempre hay algún seguidor que me muestra cariño y el trato es fantástico. Estoy muy agradecido por ello y lo aprecio.