Kamar Baldwin se ha convertido este martes en la séptima baja del Baskonia en este mercado estival tras Chima Moneke, Donta Hall, Ognjen Jaramaz, Sander Raieste, Ousmane Ndiaye y Nikos Rogkavopoulos, al margen de la cesión de Pavel Savkov.

El club vitoriano y el base nacionalizado georgiano separan sus caminos tras una temporada en la que el rendimiento del jugador ha dejado un regusto muy amargo en las altas instancias azulgranas.

Tal y como estaba cantado desde hace días, el Baskonia ha decidido romper con Baldwin pese a que le quedaba un año más de contrato en Vitoria. De esta forma, deja hueco para la próxima llegada de un base si se tiene en cuenta que la intención del club radica en que Spagnolo juegue más tiempo al 'dos' como recambio de Howard.

Ni siquiera su valioso pasaporte georgiano ni el hecho de que su mejor campaña profesional tuviera lugar en el Trento italiano con Paolo Galbiati, el que será próximo técnico baskonista cuando se concrete la laboriosa rescisión de Pablo Laso, han sido argumentos de peso para recibir un voto de confianza y que Baldwin dispute su segunda temporada como exterior azulgrana.

"Baskonia y Kamar Baldwin separan sus caminos tras una temporada en la que el jugador estadounidense ha defendido la camiseta azulgrana", reza la escueta nota del club, que de esta forma sigue aligerando el vestuario con los jugadores que la pasada temporada no estuvieron a la altura con un rendimiento de lo más decepcionante.

En el caso del jugador estadounidense, las expectativas eran ambiciosas, pero por diferentes razones no ha cuajado. Entre la tardanza para conseguir un pasaporte, en este caso de Georgia, para que dejara de ocupar plaza de extracomunitario en la ACB, la indefinición existente sobre si es un base o un escolta -más esto segundo-, y una inoportuna lesión ante el Real Madrid bien entrado el mes de marzo, en concreto una fractura en la primera falange de su mano derecha por la que estuvo dos meses de baja, la campaña de Baldwin en Vitoria ha dejado bastante que desear.

El base nacionalizado georgiano nunca ha dado la sensación de ser un base con dotes de mando ni la autoridad suficiente para manejar el tempo de los partidos

Las dos partes llevaban varias semanas en constante diálogo para la rescisión de contrato y eso es finalmente lo que ha ocurrido. El Baskonia deja hueco de esta forma en su plantilla para incorporar un base que complemente a Trent Forrest y Rafa Villar, mientras que Baldwin tiene las manos libres para poder elegir un nuevo destino profesional.

En la ACB ha promediado 9,3 puntos y 3,1 asistencias en algo más de 22 minutos de media, mientras que en la Euroliga ha firmado promedios de 7,1 puntos y 3,7 pases de canasta en 21 minutos. Al margen de esos números, nunca ha dado la sensación de ser un base con dotes de mando ni la autoridad suficiente para manejar el tempo de los partidos, de ahí que el Baskonia le haya abierto la puerta de salida.