Nueve hombres fueron necesarios para asaltar el Palau Blaugrana. Nueve héroes que con su fe y una fantástica actuación baloncestística lideraron al Baskonia a una victoria difícilmente predecible por la plaga de ausencias ante un Barcelona hasta ahora invicto en la ACB que permite a los gasteiztarras retomarle el pulso a la liga doméstica.
Pablo Laso, condicionado por las bajas y el obligado descarte de Baldwin, alineó a Jaramaz de inicio junto a Howard, Luwawu-Cabarrot, Ndiaye y Hall, quinteto que le dio buen rendimiento durante unos primeros minutos de mucha anotación y desajustes defensivos por parte de ambos conjuntos.
El base serbio, en su primera titularidad, estuvo muy acertado en los compases iniciales manejando el ritmo del juego y encontrando con sus envíos a Hall y a Ndiaye, que se encargaron de convertir la mayoría de los puntos azulgranas del primer cuarto, con nada menos que nueve tantos para el joven canterano en ese periodo. El 11-17 que reflejaba el marcador tras cinco minutos de juego era la mejor muestra del acierto ofensivo azulgrana, pero Metu se encargó de devolver al Barça al encuentro y el Baskonia, con más dificultades por dentro con Moneke y Diop, vio como su rival le daba la vuelta al marcador al término del primer cuarto (26-21).
Entró mejor en el segundo parcial el Baskonia, que elevó sus prestaciones defensivas, logró frenar en seco la producción local y encadenó un parcial de 0-9 con puntos de Forrest y Moneke con el que logró volver a ponerse al mando del encuentro. Sin estar brillante en ataque, el conjunto gasteiztarra fue poco a poco distanciándose en el marcador aprovechando el colapso del Barça y haciéndose fuerte en el rebote.
En efecto, los hombres de Joan Peñarroya sólo anotaron dos puntos en los primeros siete minutos del segundo cuarto y el Baskonia lo aprovechó para registrar un parcial de 2-13 y con el que construyó una renta de seis puntos, que se convirtieron en tres al descanso (38-41) después de una tímida reacción del Barça y una pérdida evitable que resultó en un mate a placer de Parker al cierre de la primera mitad.
Final de infarto
Al regreso de vestuarios y de nuevo con el quinteto que tan buen resultado dio en el comienzo del encuentro con Jaramaz conectando bien con Hall y Ndiaye, el Baskonia logró alcanzar por primera vez una ventaja de dobles dígitos con el 38-48 obra de Howard, perseguido durante todo el encuentro por un especialista defensivo como Anderson.
Sin embargo, el Barça no iba a dar su brazo a torcer tan fácilmente. Jabari Parker, un dolor de cabeza constante para los alaveses desde el triple, acercó a los suyos e incluso Justin Anderson acertó desde los 6,75 metros para colocar a su equipo a dos tantos y forzar a Laso a parar el encuentro (50-52). El perder su renta, eso sí, no afectó al ánimo azulgrana, que respondió con la misma fórmula primero con Moneke y luego con Luwawu-Cabarrot, que cerró el tercer cuarto de forma magistral con un triple sobre la bocina a pase de Forrest.
De esta manera, el Baskonia encaró los diez minutos decisivos con una ventaja de 62-68 y la sombra del hundimiento por fatiga ocurrido ante el Asvel al acecho, pero en la reanudación no sólo logró mantener su renta, sino que la siguió ampliando gracias al mejor Forrest de lo que va de curso. El base norteamericano se creció desde las penetraciones y, con la confianza por las nubes, asumió todo el peso del ataque azulgrana con asistencias y dos bellas acciones de canasta y tiro libre adicional con las que puso el 68-78 que ponía el partido muy de cara para los alaveses.
Pese a ello, aún hubo que sudar mucho, ya que el Barça apretó en ataque y pese a las respuestas visitantes de Forrest, Hall, Howard y Moneke y los viajes a la personal fue acercándose poco a poco hasta colocarse a dos puntos con un triple de Punter a 1:10 del final (87-89). Respondió Forrest con otra gran penetración, aunque Punter acudió a continuación a la personal para mantener el suspense.
A 30 segundos del final, Moneke se precipitó al decidir no agotar la posesión en una acción que acabó con Hall lanzando y fallando sus dos tiros libres. Punter tuvo la prórroga en su mano derecha, pero tras superar a Forrest falló una bandeja fácil ante la ayuda de Jaramaz y Luwawu-Cabarrot no perdonó desde la personal poniendo fin a la agonía y sellando el asalto al Palau Blaugrana.