7 Miller-McIntyre Le costó adaptarse al encuentro, pero irrumpió de manera estelar tras el descanso. Descarado en sus penetraciones a canasta e inagotable en las labores más farragosas.

8 Marinkovic Golpe sobre la mesa. Después de varios encuentros en el ostracismo, el tirador serbio fue todo un escudero de garantías para Howard ya que firmó 17 puntos. 

6 Raieste El hombre elegido en la partida para frenar el volcánico juego de Belinelli. Trabajador en defensa y provocó una pérdida a Hackett que concluyó en una cómoda transición.

7 Moneke Sufrió en el emparejamiento con Shengelia, pero insufló carácter y energía en el momento más crítico del segundo cuarto. Imparable, como de costumbre, en sus penetraciones.

4 Kotsar Otra noche gris en la ‘pintura’. Superado en el baile con Dunston y errático en el cambio de marca tras bloqueo. Logró cinco rebotes, cuatro de ellos bajo el aro azulgrana.

Kotsar trata de taponar el lanzamiento de Belinelli, durante el partido entre la Virtus y el Baskonia Virtus Bolonia

9 Howard Titánico, una vez más. Provocó cuatro 2+1, se gustó en las entradas hacia canasta y se echó el equipo a sus espaldas. Su presencia sobre el parqué, por sí sola, supone un quebradero de cabeza para el rival.

4 Rogkavopoulos Reemplazó a Raieste en la contención y lo cierto es que falló en su cometido. Apenas duró 1:36 en pista después de que generase opciones de canasta fáciles a su par.

7 Sedekerskis Su labor silenciosa y el músculo en el rebotefueron claves. Minimizó el potencial de Polonara y Shengelia. Firmó solo cuatro puntos, pero su trascendencia va más allá de los números.

7 Costello El héroe inesperado de la noche pues fue el autor del palmeo a falta de 32” para el final. También se hizo fuerte bajo los aros con la conquista de nueve rebotes.

4 Chiozza Quiso insuflar clarividencia en el juego en estático, pero no encontró a sus compañeros en opciones de tiro asequibles. Acabó el encuentro en un segundo plano.

4 Theodore Al igual que Chiozza, intrascendente en la expedición a Bolonia. Discreto en la dirección de juego y no constituyó un relevo de garantías para dosificar a Miller-McIntyre.