Semana negra para el Baskonia. Tres partidos y tres derrotas. Las tres a domicilio: Belgrado, Kaunas y Bilbao.

Cuarta ocasión del curso en la que el conjunto azulgrana enlaza tres tropiezos consecutivos, a lo que habría que añadir la fatídica racha del inicio de campaña que costó el puesto a Peñarroya y se fue hasta los cinco traspiés.

La escuadra gasteiztarra sufre el mal del viajero. Palidece cuando no está al calor de su público. Las cifras así lo confirman. Y es que el Baskonia ha perdido los siete últimos partidos que ha jugado lejos del Buesa

Kotsar, notable en ataque y discreto en defensa, penetra ante Kilñleya-Jones en un momento del derbi disputado en Miribilla ante el Bilbao Basket Miguel Tona

Y es que a las tres derrotas anteriormente citadas esta semana, hay que añadir las cuatro sufridas que ya llevaba con anterioridad ante el Bayern, Lenovo Tenerife, Gran Canaria y Fenerbahce.

Es el síndrome del turista. El Baskonia no es capaz de ganar lejos del Buesa desde que lo hizo ante el Estrella Roja el pasado 18 de enero.

Esta derrota le deja de nuevo fuera del play off a falta de ocho jornadas. El Baskonia es décimo a un triunfo de los equipos que disputarán las eliminatorias por el título el próximo mes de mayo por culpa de la derrota in extremis sufrida en Bilbao tras un triple desde 9 metros de un inspiradísimo Kullamae a falta de un segundo.

Sin embargo, la tropa de Ivanovic no perdió en Bilbao por este triple. La derrota se fraguó durante los 40 minutos anteriores. Son varias las claves para explicar el tropezón sufrido por los azulgranas en el derbi.

Las pérdidas, la falta de solidez en la pintura, el mal día de Marinkovic, que no aprovechó la ausencia de Howard y acabó con tan solo 2 puntos y un paupérrimo 0/4 en triples, el rebote y una defensa que durante muchos minutos hizo aguas.

La pérdida de Costello

Por orden. El Baskonia regaló 11 balones al cuadro vizcaíno que permitieron al cuadro local conseguir 15 puntos fáciles. Pérdidas claves, como la sufrida por Costello tras pedir Ivanovic un 'challenge', que desembocó en un triple de Renfroe para poner al Bilbao Basket por delante (76-74). Tocaba remar de nuevo.

De poder rematar a su rival a estar por detrás. Demasiadas concesiones. Las que dieron en la zona por ejemplo. El Bilbao Basket anotó la friolera de 32 puntos en la pintura, aspecto en el que destacó Killeya-Jones.

El pívot canadiense hizo un auténtico roto al Baskonia tras anotar 22 puntos, su récord en ACB, muchos de ellos sin demasiada oposición.

Un equipo como el Bilbao Basket que promediaba 79,2 puntos por partido y en los 10 primeros se fue hasta los 28

Otra vez el rebote

Además, para colmo de males, la tropa de Ivanovic volvió a incidir en errores del pasado como los vividos en Kaunas en los que dio demasiadas concesiones en el rebote. El cuadro vizcaíno acabó el derbi con 11 rechaces capturados en el aro azulgrana.

Segundas oportunidades de las que sacaron oro. 12 puntos fruto de estos rebotes de ataque, el doble que los logrados por el Baskonia.

A todo ello hay que añadir los problemas defensivos sufridos durante muchas fases del partido. Buena prueba de ello es que un equipo como el Bilbao Basket que promediaba 79,2 puntos por partido y en los 10 primeros se fue hasta los 28. Demasiadas concesiones por parte de viajero muy dubitativo.