El Baskonia de Dusko Ivanovic también gana en la ACB. El conjunto azulgrana cerró su semana fantástica con la tercera victoria en tres partidos al imponerse a un rival con pedigrí como el Valencia Basket. Los alaveses, necesitados de triunfos en el torneo doméstico, realizaron un encuentro muy serio y completo en ambos de la cancha y, gracias a un elevado porcentaje de acierto desde el perímetro en la segunda mitad y un sobresaliente trabajo defensivo lograron llevarse un valioso triunfo pese a la ausencia de Markus Howard por molestias en la espalda.
El Baskonia, que sí pudo contar con los recuperados Marinkovic, Sedekerskis y Diop, arrancó el choque con un quinteto formado por Miller-McIntyre, Marinkovic, Díez, Costello y Kotsar que mantuvo un ajustado pulso con el Valencia Basket durante los primeros compases del encuentro. El conjunto taronja, mermado en su juego exterior, buscó como era previsible a Davies y a Pradilla con balones interiores mientras el Baskonia atacaba de una forma más equilibrada.
Así las cosas, se llegó al ecuador del primer parcial con un resultado de 8-9, momento en el que Dusko cambió el quinteto para dar paso a Chiozza y Mannion en la dirección. Lo acusaron los locales, que solo encontraron puntos con las acciones individuales de Moneke, se atascaron en ataque e Inglis, incidiendo en el poste y con un triple estiró la ventaja visitante hasta el 15-19 con el que se cerró el primer cuarto.
En la reanudación, un inusual triple de Kotsar cuando se acababa la posesión y un corte de Sedekerskis hacia canasta permitió a los gasteiztarras devolver la igualdad al marcador, pero el conjunto valenciano siguió encontrando grietas en la defensa local con Inglis y un entonado Kassius Robertson, a quien se le da especialmente bien medirse al Baskonia. Con ello y dos tiros de media distancia de Chris Jones los hombres de Mumbrú se escaparon en el electrónico hasta el 29-37.
Verse con esa desventaja, sin embargo, no descentró a los azulgranas, acostumbrados últimamente a remontar situaciones adversas. Con un quinteto más físico sobre la cancha, encadenaron una serie de buenas defensas y entre Costello y Moneke redujeron la brecha a un solo punto antes de desfilar hacia vestuarios (36-37).
El triple, el arma ejecutora
El parcial de 7-0 con el que se terminó la primera parte siguió creciendo en el comienzo del tercer cuarto, que arrancó con dos triples consecutivos de Sedekerskis y una bandeja de Kotsar (44-37) que obligaron a Mumbrú a pedir tiempo muerto para intentar reactivar a sus jugadores. Surtió efecto la charla, ya que el Valencia Basket logró igualar la intensidad defensiva local y puso fin a su sequía anotadora con una canasta de Inglis.
Tras ello, aparecieron las dos estrellas interiores taronja, Brandon Davies y Ojeleye, y con meritorias jugadas en ambos aros, taponazo de Davies a Moneke incluido, lograron recuperar el mando del encuentro con el 52-53. La igualdad se mantuvo durante los últimos minutos del tercer parcial hasta que, con una difícil canasta de Chiozza y una bandeja en transición de Sedekerskis el Baskonia consiguió una pequeña ventaja de cinco puntos para afrontar el cuarto decisivo, que se fue hasta los diez (67-57) al reanudarse el choque con un triple de un Dani Díez notable también en tareas defensivas.
Aunque la renta de diez puntos a falta de ocho minutos para el final daba ciertas garantías a los alaveses, el Valencia Basket, con mucha calidad en sus filas, se negó a dar su brazo a torcer e hizo sufrir a los locales, a quienes les salvó su acierto desde el perímetro. Se acercaron los valencianos con una canasta de Davies y otra de Inglis en la pintura, respondió Costello con un triple; se colocaron los visitantes a solo cinco puntos con el 70-65 obra de Ojeleye y llegó una diana de Marinkovic; Jones recortó distancias desde la personal y Tadas Sedekerskis, con un triple muy afortunado tras ser escupido el balón por el aro, encarriló el triunfo con el 76-67 a tres minutos del desenlace. No se rindieron los hombres de Mumbrú, pero el Baskonia supo gestionar su ventaja y Chiozza, con otro triple, puso la guinda y la calma definitiva para los alaveses, que salvan una bola de partido en la pelea por estar en la Copa del Rey.