El Baskonia puso el broche de oro a la semana de triple partido con un triunfo de oficio y pundonor ante el Valencia Basket. El conjunto vitoriano, pese a echar en falta el desparpajo anotador de Markus Howard durante buena parte de la contienda, encontró en el músculo de sus hombres altos el camino para derrotar a la escuadra taronja.
Dusko Ivanovic apostó por los quintetos altos para paliar la baja de su gran estrella, aquejado de problemas de espalda. De hecho, en varias fases del partido, el técnico montenegrino hizo coincidir en la cancha junto a sus torres a actores secundarios como Dani Díez y Sander Raieste, quienes insuflaron la energía necesaria para detener el juego ofensivo del Valencia Basket.
El minutaje de Díez ha dado un giro radical en esta última semana. Y es que el veterano alero ha dado un paso al frente ante la escasa rotación. En una dinámica similar a los choques ante el Barcelona y Asvel, Díez volvió a sumar puntos de mucho mérito desde el exterior. Raieste, por su parte, no dio respiro a su pareja de baile (Robertson) y pese a no sumar números a la estadística, aportó el gen competitivo para mantener la confianza de su técnico.
Ivanovic probó numerosas teclas durante el partido hasta encontrar la fórmula correcta. Hubo un experimento con el ineficaz Mannion en la posición de escolta y Chiozza en la dirección, pero Marinkovic y Miller-McIntyre acabaron siendo los elegidos para los minutos más críticos.
El tirador serbio, que se fue entonando con el paso de los minutos, se convirtió en un recurso defensivo de garantías para Ivanovic. Ídem con McIntyre, incombustible en los esfuerzos y destacado, una vez más, en el farragoso terreno de las tareas en defensa. Eso sí, el desarrollo del partido evolucionó en favor del Baskonia en cuanto aumentaron los porcentajes de anotación desde el triple. Frente al desacierto del primer tiempo desde la línea de 6,75 metros (3/15), el equipo vitoriano se entonó con un 8/15 en el segundo asalto para ampliar el margen respecto al Valencia Basket.
Tadas, estelar
En su línea habitual, el canterano protagonizó una actuación soberbia para certificar el quinto triunfo en ACB. La trascendencia de Tadas en las filas de Ivanovic es mayúscula y, junto a Moneke, se encargó de llevar a cabo la reacción del Baskonia en el segundo tiempo. Su excelsa compenetración con el nigeriano, de nuevo el mejor valorado del partido, hizo estragos en el conjunto de Mumbrú. Entre ambos sumaron 33 puntos y 12 rebotes, unos registros decisivos.
El Baskonia sale airoso y con la moral fortalecida de una exigente semana de triple partido. El conjunto vitoriano, que ha rescatado su mejor cara cuando más difícil parecía por el cúmulo de lesionados en sus filas, certificó esta vez un triunfo balsámico que le mantiene con vida en la pelea por la Copa.