12,9%
Mannion presenta este pobre porcentaje de acierto en tiros de campo (4/31), quedándose en un 13,3% en tiros de 2 (2/15) y un 12,5% en triples (2/16).
“Han planteado una defensa a nuestros bases que les ha hecho dudar. Les retaban al tiro y nos hemos parado un poco. Creo que con Vanja iban a estar más atentos y por eso he jugado sin bases”, señaló el pasado domingo Joan Peñarroya en rueda de prensa tras el partido ante Unicaja.
Fueron los últimos 7:08 minutos del partido frente al cuadro andaluz los que el Baskonia estuvo en pista sin sus dos directores de juego tras la entrada a cancha del escolta de Belgrado por un irregular Codi Miller-McIntyre. El marcador marcaba entonces un inquietante 62-75 y el partido parecía decantado claramente para los de Ibon Navarro.
Pues bien, la aparición estelar de Howard devolvió la emoción al encuentro tras anotar los siguientes 21 puntos del Baskonia y poner un apretado 83-84 en el marcador tras un parcial de 21-9.
El cuadro azulgrana seguía sin jugar fluido en ataque, pero al menos la inspiración de su killer le permitió albergar unas mínimas esperanzas de remontada.
Al final no pudo ser. Casi. Eso sí, el juego del equipo vitoriano no se diferenció mucho en este tramo final del practicado en los minutos anteriores con alguno de sus dos bases en cancha. En buena parte de los 33 primeros minutos como en los siete finales, un gran número de jugadas quedaron a expensas del talento y la decisión individual del jugador de turno.
La falta de un director de juego generador y capaz de sacar ventajas en el uno contra uno está siendo el principal problema del conjunto gasteiztarra en este inicio de campaña.
De momento, ni Miller-McIntyre y aún menos Mannion son capaces de hacer jugar al equipo en estático. Kotsar echa de menos un socio con el que poder llevar a cabo el letal pick&roll, tal y como hacía el pasado ejercicio con Thompson. El estonio se tiene que fabricar sus propios puntos. No es un caso aislado.
Y es que muchas jugadas acaban con algún integrante del Baskonia tratando de decidir por su cuenta y destapando su calidad individual ante la falta de fluidez y de movimiento de balón en los sistemas. Un Baskonia espeso en el que cuando juega cinco contra cinco se muestra incapaz de hacer daño a las defensas rivales.
Los bases tan solo hacen daño cuando el equipo puede correr. Rebotear y salir al galope a la canasta contraria. La principal producción ofensiva llega, bien de acciones individuales, o del juego en transición cuando se coge al rival de turno a contrapié tras cerrar el rebote. Es en esos momentos cuando se anota con cierta facilidad, algo que no ocurre en el juego estático.
El abuso del bote en buena parte de los ataques lleva a consumir muchos segundos sin desgastar la defensa rival.
A todo ello hay que añadir que los rivale s del Baskonia ya conocen que el tiro exterior no es su punto fuerte y les flotan dejándoles lanzar a la espera de un fallo que suele llegar de forma habitual.
Mannion presenta este pobre porcentaje de acierto en tiros de campo (4/31), quedándose en un 13,3% en tiros de 2 (2/15) y un 12,5% en triples (2/16).
Los números así lo confirman. De momento, Mannion presenta un pobre 13,3 % de acierto en tiros de 2 en la ACB (2/15) y un peor aún 12,5 % en triples (2/16). Miller-McIntyre mejora estos registros tras alcanzar un correcto 45,2% en lanzamientos de dos (19/42) y un 50% en triples (8/16).
Sin embargo, queda claro que ese no debería ser su papel, ya que en plantilla hay otros jugadores para desempeñar esa función y mucho más fiables encima. Pues bien, lo sucedido en el último partido ante Unicaja resultó paradójico. Y es que entre los dos bases lanzaron a canasta mucho más que un gran número de integrantes de la plantilla.
Miller-McIntyre y Mannion acabaron el duelo ante el cuadro malagueño con 21 tiros de campo y un bajísimo porcentaje de acierto del 19% tras acertar cuatro de esos lanzamientos.
De los 35 intentos de dos del conjunto azulgrana, 11 –un 31,4%– fueron lanzados por los dos bases, con 8 por parte de Codi, quien acertó uno para acabar con un 12,5% y tres por parte del jugador italiano, quien también acertó otro (33%). Muy poco acierto para tanto disparo.
Pues bien, sumando los lanzamientos de Howard (3), Marinkovic (3), Tadas (2), Costello (1), Rogkavopoulos (1), Díez (1) y Raieste (0) sale el mismo número de intentos que los ejecutados por los dos directores de juego. Sin equilibrio.
Y es que los encargados de buscar tiros fáciles para sus compañeros están asumiendo en ocasiones más disparos de la cuenta por las concesiones que les conceden los rivales sabedores de sus carencias.
Los problemas no acaban ahí. El número de asistencias repartidas entre ambos deja a las claras el problema existente en la generación de juego. Miller-McIntyre promedia hasta la fecha 4,7 en la competición doméstica, mientras que Mannion se queda en 2,8.
Entre ambos suman 7,5, cifra ligeramente superior a las que registró el curso pasado Darius Thompson (6,1) él solito.
Peñarroya ya se ha encargado de señalar en más de una ocasión que no se puede comparar a al Baskonia del pasado ejercicio con el actual ya que se trata de dos equipos distintos.
Y es que, como refleja el refrán, las comparaciones son odiosas y el actual conjunto vitoriano saldría muy mal parado respecto a la pareja de bases de la pasada campaña. Y es que si al número de asistencias de Thompson se suman las 5 que promediaba Henry, se puede ver que los dos bases de hace un año daban muchos más pases de canasta (11,1) que los de este (7,5).
A todo ello hay que añadir las numerosas perdidas cometidas por ambos hasta la fecha. Mannion, que en el debut liguero ante el Breogán regaló 5 balones, promedia 2,3 mientras que Miller-McIntyre se queda en 2.
Este último, al menos cumple en labores defensivas. Un jugador muy físico capaz de contener a los generadores rivales. Sin embargo, Mannion, quien ya ha desesperado a Peñarroya por sus pérdidas infantiles, sus precipitaciones en ataque y sus desconexiones en defensa, no llega a estar a la altura de lo esperado en este aspecto.
Escaso promedio de valoración de Nico Mannion en los seis partidos de la ACB, tras haber acabado cuatro de esos encuentros con registros negativos.
Sus números reflejan su mal arranque de campaña. De los 6 partidos de ACB ha acabado en 4 en valoración negativa –Breogán (-5), Murcia (-1), Zaragoza (-3) y Unicaja (-1)–, mientras que su mejor valoración la alcanzó ante el Bilbao Basket (8). Además, pese a todo lo que lanza, tan solo promedia 2,8 puntos siendo su mejor partido en este aspecto la visita a Murcia con 5 puntos.
Miller-McIntyre, al menos, mejora con creces estos números al promediar en ACB 11,7 puntos, 4,7 rebotes y 11,2 de valoración. Sin embargo, ni uno ni otro se han mostrado hasta ahora como el faro que necesita el Baskonia en la dirección. Hay un gran agujero.