Ambicioso, sincero, sin pelos en la lengua y, sobre todo, feliz por recalar en un Baskonia que, según reconoció, ya le sondeó para ficharle dos años atrás antes de comprometerse con el Manresa.

Chima Moneke, que llevará el dorsal 95 -el año de su nacimiento- en su camiseta al portar Dani Díez su número favorito (11), se ha mostrado fiel a sí mismo en su puesta de largo como flamante jugador azulgrana.

"Claramente tengo que ser el jugador más duro de la cancha. Soy un monstruo y tengo que demostrarlo”

Un jugador enérgico, hambriento de gloria y eminentemente físico que, según ha desvelado, ya estuvo en su día en la órbita baskonista. “Creo que puede ser un matrimonio perfecto y encajaré bien. Es gracioso pero cuando fiché por el Manresa, me llegó un interés del Baskonia. Entonces quizás pensaron que no estaba preparado para ello. Muchos jugadores han utilizado este club como un trampolín y han llevado sus carreras a nuevas alturas. Yo siempre quise jugar aquí. Cuando estaba en el Manresa y el Mónaco, era una motivación especial jugar ante el Baskonia. Todo el mundo conoce mi estilo y ya me ha visto. Espero que este año sea fantástico para todos”, aseguró el ala-pívot nigeriano.

Moeneke se define como “un monstruo” y admite que llega a Vitoria para reivindicarse Josu Chavarri Erralde

Moneke, de 27 años y que ha firmado por dos temporadas, no escondió que tiene algunas limitaciones en el tiro exterior, pero por contra confió en que dará un plus al Baskonia en la pelea por el rebote y a la hora de elevar la temperatura física.

"Yo siempre quise jugar aquí. Cuando estaba en el Manresa y el Mónaco, era una motivación especial jugar ante el Baskonia"

“Empecé a jugar tarde, comparado con otros jugadores no soy tan habilidoso ni tengo tan buen tiro. Claramente tengo que ser el jugador más duro de la cancha. Compito contra chicos de 2,10 y 2,15 y debo ser el mayor luchador en cada cancha. Soy un monstruo y tengo que demostrarlo”, explicó Moneke, cuyo objetivo “siempre es ganar y divertirme”.

Con una amplia sonrisa en el rostro durante toda su comparecencia, el ex del Manresa no tuvo reparos en afirmar que aterriza en el Buesa Arena para reivindicarse tras su última mala temporada.

"Me veis reirme pero por dentro estoy muy enfadado por cómo se me trató. Quiero reivindicarme y demostrar lo que tengo dentro”

”La gente se olvida de las experiencias. Cuando estuve en la NBA, no fui de su interés para que estuviera jugando. Me mandaron a la G-League y tampoco jugué allí. En Mónaco, no le gustaba al entrenador Sasa Obradovic, me sentía encajonado. Mi motivación es muy alta, tengo que demostrar a mucha gente que se equivocaron conmigo y que puedo hacerlo bien. Me veis reirme pero por dentro estoy muy enfadado por cómo se me trató. Quiero reivindicarme y demostrar lo que tengo dentro”, reveló Moneke.

Con una amplia sonrisa en el rostro durante toda su comparecencia, Moneke no tuvo reparos en afirmar que aterriza en el Buesa Arena para reivindicarse Josu Chavarri Erralde

También se congratuló por el hecho de que “tenemos muy buen equipo” y alabó los métodos puestos en práctica por Peñarroya tras precisar que “está desarrollando buenos hábitos para nosotros”.

“Veo que el equipo está incrementando gradualmente las obligaciones. Cosa que en otros equipos no he visto, ya que entrenábamos dos sesiones al día, era más físico y te dejaba muerto. Nuestra pretemporada es cada vez más dura. Los compañeros son fantásticos, tenemos los mismos objetivos y vamos en la misma dirección”, concluyó Moneke, quien promete ser uno de los ídolos del Buesa Arena por su carisma, fiereza reboteadora y su espíritu batallador en cada partido.

De momento, quiere crear con los aficionados del Baskonia la misma química que en su día tuvo con los seguidores del Nou Congost, con quienes solía quedarse a departir en la cancha al final de los partidos.