Maik Kotsar (Tallin, 1996) fue uno de los fichajes del Baskonia que menos ruido hicieron el pasado verano, pero sin necesidad de grandes artificios se ha convertido en un imprescindible para Peñarroya, demostrando consistencia y mejorando notablemente el rendimiento de Nnoko y Wetzell, que ocuparon su espacio en la plantilla el pasado curso. Unos pocos partidos han servido al internacional estonio para demostrar que es un perfecto encaje en el equipo, minimizar los daños de la lesión de Enoch, ser el MVP de la primera jornada de la Euroliga y sacar de sus casillas a Txus Vidorreta en el duelo contra el Tenerife. Tras un inicio de curso en el que ha sido protagonista por distintos motivos, el cinco titular del Baskonia comparte con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA las sensaciones de sus primeros meses en Vitoria-Gasteiz.

¿Qué valoración hace del comienzo de su aventura en el Baskonia?

Me está encantando el equipo y la ciudad. Obviamente es un nuevo entorno para mí, con un rol diferente, por lo que todavía me estoy adaptando, aunque la verdad es que los compañeros y el personal del club están haciendo que todo sea más fácil para mí.

¿Está contento con la decisión que tomó al fichar por el Baskonia?

Sí, desde luego. Fue una elección fácil de tomar, en cuanto me llegó la oferta y la oportunidad de jugar en el Baskonia sentí casi inmediatamente que era la mejor decisión para mí.

¿Qué importancia tuvo su compañero de selección Sander Raieste en esa decisión?

Si bien él no fue la razón por la que fiché por el Baskonia, ya que hay varios motivos que me hicieron tomar esa decisión, sí que fue quien me ayudó a ver esos motivos. Le pregunté por el club, la ciudad, la competición y esa clase de cuestiones y las respuestas que me dio fueron todas positivas para mí y me hicieron decantarme.

¿Qué me dice del entrenador? ¿Le gusta jugar para Peñarroya?

Sí, es un entrenador fantástico, que prioriza a los jugadores por encima del resto de cosas. Sabe cuándo ser estricto y exigirnos el máximo, pero también cuándo tomarse las cosas con más calma y ser más comprensivo y cercano con los jugadores. Creo que sabe manejar bien ese equilibrio y qué es lo que necesita cada uno y lo que se le puede pedir, lo cual hace que sea muy fácil trabajar con él. Es exigente, pero no te va a hacer perder la confianza: cuando fallas un par de lanzamientos, si considera que están bien seleccionados y estás trabajando duro en la cancha nunca te va a recriminar nada.

Esta es su primera experiencia en la ACB y en la Euroliga, ¿ha notado mucho cambio respecto a etapas anteriores?

En la esencia no, porque al fin y al cabo sigue siendo el mismo deporte que practicaba en Hamburgo o en la universidad y se juega igual en todos los sitios, pero es evidente que el nivel de la competición aquí es mayor. No hay partidos fáciles, cualquier equipo tanto de la ACB como de la Euroliga tiene una plantilla competitiva, por lo que necesitamos dar el máximo en cada choque o terminaremos perdiendo de 20 puntos. Incluso si damos nuestro 100% el rival puede ser mejor y ganarnos.

Su adaptación ha tenido que ser más rápida de lo que podría esperarse, ya que la lesión de Enoch le dejó como único pívot con la ayuda de Costello, que también puede jugar ahí. ¿Ha supuesto un reto tener tanta responsabilidad desde el principio en un club y unas competiciones que desconocía?

Desde luego. La lesión de Enoch ha sido desafortunada para el equipo y para mí ha resultado desafiante saltar a la cancha y jugar entre 22 y 25 minutos cada partido con la exigencia que eso conlleva, pero, por otro lado, vine para eso, no para estar sentado en el banquillo. He tenido esa oportunidad de ser protagonista desde el principio y estoy seguro de que cualquier otro jugador aceptaría ese reto sin dudarlo.

Hasta ahora está rindiendo muy bien en ataque, con más de 11 puntos de media en Euroliga, pero en algún partido ha sufrido algo más en defensa. ¿Es complicado lidiar con interiores como Lessort, Tavares, o Moustapha Fall?

Sí, son jugadores de mucho nivel. Contra esta clase de pívots lo mejor que puedo hacer para ayudar al equipo es intentar desquiciarlos y sacarlos del partido, que no se sientan cómodos en ningún momento ni cojan ritmo. Es mi primer año en Euroliga y no creo que mi rol sea meter un montón de puntos o ganar a pívots con tanta experiencia en el uno contra uno, pero sí que puedo trabajar duro en la pintura para disminuir su impacto.

¿En qué aspectos de su juego le gustaría mejorar?

Definitivamente algo en lo que estoy trabajando duro actualmente es en mi tiro. Tengo que recuperar la confianza desde la línea de personal, donde no me estoy encontrando cómodo en este inicio de temporada. Después de cada sesión de entrenamiento me quedo practicando tiros libres para intentar que vuelva mi confianza. También busco mejorar en la lectura de juego. A este nivel y a la velocidad a la que se juega, saber qué hacer y en qué momento hacerlo es importantísimo.

Usted ha participado en algunos torneos de 3x3 con la selección de Estonia, ¿en qué aspectos ayuda a mejorar esta disciplina?

Lo especial del 3x3 es que es un baloncesto en el que no existen las posiciones, a todos les toca jugar contra todos y hacer de todo. Me encontré en muchas situaciones en las que, por ejemplo, tuve que defender a bases o atacarles para intentar aprovechar la ventaja de altura en el poste, lo cual te ayuda a ser más versátil en los cambios cuando juegas cinco contra cinco. Es una disciplina diferente, pero muy interesante.

En el baloncesto actual cada vez más pívots lanzan triples, pero a usted aún no le hemos visto tirar de fuera... ¿Es algo que le gustaría añadir a su juego?

Sí, me encantaría. Creo que actualmente sería capaz de lanzar triples, pero lo haría con unos porcentajes del 20% o del 25%, por lo que no resultaría beneficioso para el equipo y no lo voy a hacer hasta que lo sea. Si se está acabando la posesión puedo tirar y es posible que la meta, pero si lanzo habitualmente igual conseguiríamos 0,75 puntos por posesión, y definitivamente no queremos eso (risas). Seguiré trabajando en ello hasta que sienta que puede ser positivo para el equipo. De todas formas, para eso ya tenemos a Howard, Giedraitis o Thompson, que se les da mejor, así que dejémosles a los que saben.

Precisamente el Baskonia es uno de los equipos que más lanza desde fuera este año. ¿Echa en falta recibir más balones por dentro?

Por ahora estoy cómodo con el juego del equipo, confío plenamente en la capacidad de mis compañeros para hacer la lectura correcta. Si tienen una oportunidad de lanzar deben aprovecharlo. Eso sí, cuando estoy libre de marca o tengo una situación de ventaja en el poste obviamente voy a querer que me llegue el balón, pero de momento no tengo quejas en ese sentido.

De momento el que más balones le está enviando es Darius Thompson. ¿Es más fácil jugar cuando él está en la cancha?

Desde luego, tiene una capacidad extraordinaria para encontrar líneas de pase y, además, sabe cuándo tiene que ser agresivo para atraer la atención del pívot rival en las situaciones de pick & roll y a partir de ahí medir el tiempo y dejarme en una situación ventajosa. También es alguien con el que es muy fácil comunicarse. Hablamos siempre antes, durante y después del partido para ver qué es lo que podemos hacer para atacar y defender a nuestros rivales y vamos realizando ajustes a partir de lo que vemos. Es una suerte tenerlo de compañero.

Empezó en el baloncesto universitario, luego jugó la Eurocup con el Hamburgo, ahora la Euroliga... Cada año está dando pasos al frente, ¿le gustaría regresar a Estados Unidos y jugar en la NBA en el futuro?

Sinceramente, en este momento de mi carrera no tengo un objetivo en cuanto a la liga en la que me gustaría jugar o qué me gustaría conseguir. Me centro en trabajar duro, mejorar cada día y a partir de ahí el tiempo y los resultados dirán hasta dónde puedo llegar, no me voy a obsesionar con ninguna meta.

Ahora que ya ha tenido tiempo para conocer bien al equipo, ¿cuáles cree que deberían ser los objetivos del Baskonia esta temporada?

Le voy a dar una respuesta parecida a la pregunta sobre mis objetivos personales. Creo que lo más conveniente para el equipo es pensar únicamente en ganar el próximo partido y en ir mejorando cada día. No es ningún secreto que nos encantaría alcanzar por ejemplo el play off de la Euroliga, aunque lo que más me importa ahora es ganar al Maccabi. Una vez termine la temporada, veremos a dónde hemos llegado. Si siento que hemos dado todo lo que teníamos, estaré satisfecho.