Uno de los problemas que tiene el Baskonia todos los veranos a la hora de configurar sus plantillas son los manidos cupos y en esta ocasión no será una excepción. Dentro de un mercado inflacionado y con escasas gangas, el club azulgrana siempre sufre serios inconvenientes para encontrar piezas de calidad, pero en esta ocasión quiere adelantar los deberes y firmar algún jugador que sume realmente desde el principio y no sea el clásico relleno para completar las convocatorias. 

En este sentido, un jugador que encaja a la perfección con este perfil y suscita el serio interés de la entidad presidida por Josean Querejeta es Augusto Lima, un pívot que ha estado en más de una ocasión en la órbita del Baskonia y que por fin puede convertirse en breve en nuevo jugador azulgrana. El pívot hispanobrasileño, de 30 años, ya fue sondeado en mitad de esta temporada por los rectores del club vitoriano tras la rescisión de contrato de Landry Nnoko, pero su salida del Murcia resultó imposible.

Pero Lima rescindió precisamente hace unos días contra todo pronóstico su contrato –abonando la cláusula de salida– con el equipo pimentonero justo al mes de haber renovado, algo que no sentó bien a sus dirigentes.

Una decisión sorprendente pero fundamentada en buena medida en el interés de un club más puntero como el Baskonia, donde podría coincidir nuevamente con Joan Peñarroya. Ambos ya compartieron vestuario en el San Pablo Burgos en la temporada 2019-20, en concreto la de la pandemia, clasificando al modesto conjunto castellano para las semifinales de la fase final de la burbuja celebrada en Valencia.

Lima, de 2,08 metros, es un pívot que no necesita tarjeta de presentación a estas alturas ya que tiene tras de sí una dilatada trayectoria en la ACB y Europa. Ha militado en países como Turquía, Lituania o Croacia, además de probar aventuras exóticas en la CBA china, siendo un jugador cumplidor en casi todas las facetas del juego.

La ocasión de fichar por el Baskonia le llega ahora tras varias intentonas fallidas, pero Lima todavía tiene una buena edad para ser una pieza de utilidad bajo los aros gracias a su intimidación, su poderío reboteador y su buena capacidad física. En la temporada recién finalizada ha promediado unos notables 8,4 puntos y 6,9 rebotes en casi 23 minutos siendo uno de los puntales del equipo dirigido por Sito Alonso.

Sus puntos fuertes son conocidos en todo el universo baloncestístico. Su facilidad para correr el campo, anotar por encima del aro y su conexión con el base en el bloqueo y continuación son virtudes apreciadas por todos los entrenadores. En el lado negativo de la balanza, figura el hecho de que no amenaza desde la larga distancia y sus malos porcentajes desde el tiro libre.

El valor añadido de su llegada a Vitoria es su condición de cupo, una etiqueta de la que han gozado esta campaña Granger y los tres canteranos: Kurucs, Sedekerskis y Raieste. Sin embargo, el base uruguayo está en la rampa de salida y el Baskonia puede ejecutar en próximas fechas una cláusula de corte existente en su contrato.