Tras la apertura de la agencia libre en la NBA, Rokas Giedraitis se halla ante unos días cruciales en los que no se despega del teléfono. No en vano, necesita la confirmación de su agente de que por fin ha recibido una suculenta oferta para hacer realidad un objetivo entre ceja y ceja desde que empezó a jugar a baloncesto.
El alero lituano, según detalla Donatas Urbonas, está poniendo toda la carne en el asador con el fin de cruzar el charco tras varias intentonas fallidas en el pasado.
De momento, hay un obstáculo que se interpone en su deseo y ese no es otro que la cláusula de rescisión que le ata en su contrato con el Baskonia hasta junio de 2023. Dicha cantidad está cifrada en un millón de dólares, una cifra importante que no puede ser sufragada en su totalidad por las franquicias estadounidenses, tal y como dictan las normas de la NBA.
25% del bolsillo del jugador
El equipo interesado en Giedraitis puede poner, a lo sumo, 750.000, mientras que el resto siempre debe salir del bolsillo de propio jugador.
Para que su salto a la mejor liga del mundo le resulte rentable a nivel económico, Giedraitis debe recibir una propuesta que le garantice varios años de contrato y una buena suma de dinero. El Baskonia está confiado en obtener este verano el importe de su cláusula y así terminar de rehacer un equipo en el que todavía falta alguna pieza en el juego exterior y también en la pintura. Además, el club azulgrana ya tiene atado a su sustituto desde hace mucho tiempo en la figura de Simone Fontecchio.