A lo largo de los últimos años, la industria cosmética ha trasladado una idea equivocada sobre la belleza y el cuidado personal: que el cabello dañado se puede “reparar”. A pesar de que muchos productos como mascarillas o champús prometen recuperar el estado original del pelo, la ciencia no confirma que sea así.

Tanto es así que, la dermatóloga Ana Molina, experta en este tipo de cuestiones, ha explicado qué pasa cuando la melena se estropea y qué se puede hacer para cuidarla mejor.

Un tejido que no se regenera 

El cabello está compuesto por células muertas y no tiene actividad biológica. Según Ana Molina, para entenderlo, se puede comparar como cuando la piel se quema, que recupera su estado original porque está viva y tiene células madre. 

No obstante, cuando el pelo se quema ya sea por usar una plancha, un tratamiento químico agresivo o cualquier tipo de acción con la que este pueda sufrir o deteriorarse, es imposible repararlo de forma natural. 

Es más, las células madre, responsables de que el cabello crezca, están dentro del cuero cabelludo. Desde ahí se genera pelo nuevo, pero el tallo que ya ha salido y ha sido dañado no puede volver atrás, porque ya ha roto su estructura. 

¿Qué le hace el calor al cabello?

Usar de forma repetida secadores, rizadores, planchas y otros instrumentos a una temperatura muy alta puede tener consecuencias negativas en la fibra capilar. Esto se debe a que el calor rompe las proteínas que le dan fuerza al pelo, como la queratina. 

Por no hablar de otros factores como los alisados, tintes agresivos, decoloraciones, etc. Al exponer el cabello a estos daños, va perdiendo elasticidad y brillo progresivamente. Llegados a esta situación, no hay ninguna forma de “regenerarlo”.

En condiciones normales, aproximadamente un 10% del cabello se encuentra en la fase telógena, lo que significa que todos los días se pierden entre 50 y 100 cabellos Freepik

¿Para qué sirven los productos reparadores?

Cabe mencionar que, en estas situaciones, los tratamientos capilares pueden ayudar, sí, pero hasta cierto punto. Usar mascarillas o acondicionadores pueden alisar la superficie del pelo y mejorar su aspecto, dándole más suavidad y brillo. 

Eso sí, el efecto es temporal, porque no está devolviendo la vida al pelo: tan solo lo están “maquillando”. Dicho de otro modo, si se dejan de usar dichos productos, la melena vuelve a mostrar su estado real. 

La caída del cabello puede estar provocada por múltiples factores, y no siempre responde a un solo motivo. Freepik

La mejor estrategia de todas

Dado que el cabello no se puede regenerar, lo mejor es intentar no deteriorarlo y ser precavido en todo momento. En estos casos, se puede utilizar protector térmico al aplicar calor, baja la temperatura de las herramientas o usar menos productos químicos, por ejemplo.

Asimismo, hay un gesto tan sencillo como eficaz: cortar el pelo. Si el daño ya es grave, puede ser la mejor solución de todas para que el pelo nuevo pueda crecer sano desde la raíz. 

Y como alternativa, se puede acudir a un dermatólogo o un sanitario especializado para analizar las causas del problema, y plantear la solución que se pueda aplicar para poner fina este problema del cabello de forma eficaz.