Pierria Henry no está descartado para medirse este jueves al Valencia Basket en la final anticipada de la Euroliga para el Baskonia. El estelar base estadounidense encendió las alarmas en el segundo cuarto del reciente partido liguero en Andorra al sufrir un esguince de tobillo que le obligó a ausentarse del choque ante los discípulos de Ibon Navarro.

Al recular hacia atrás para impedir que Babatunde le ganara la posición en la pelea por un rebote, Henry se torció la articulación, fue incapaz de soportar el dolor y enfiló el camino hacia el banquillo con una ostensible cojera acompañado por Rokas Giedraitis. Según el Baskonia, que no ha emitido ningún comunicado respecto a su estado físico, el base de Virginia Occidental es “duda” para verse las caras con el cuadro taronja, que también se juega su billete para el Top 8 en un duelo fratricida que arrancará una hora y cuarto después del Fenerbahce-Real Madrid.

La evolución de Henry determinará si está en condiciones de competir en la Fonteta, aunque dada la importancia del encuentro tampoco está descartado que trate de aportar su granito de arena aun con sus evidentes limitaciones físicas. Una vez baje la inflamación del tobillo derecha, podrá saberse con más certeza su disponibilidad.

Sin embargo, el compromiso, el carácter y la mentalidad competitiva del timonel norteamericano, al que Dusko Ivanovic no dudó en calificar en tono jocoso como “Ironman” en la rueda de prensa posterior al triunfo en el Principado, son tan grandes que, desde luego, hará todo lo posible por ser de la partido en la última jornada de la fase regular de la Euroliga.

En las filas taronjas, también hay un jugador cuyo concurso se mantiene en el aire. Se trata de Martin Hermannsson, el base-escolta islandés que sufrió una lesión muscular en el sóleo hace dos semanas y se ha perdido los recientes compromisos del Valencia Basket. “Su recuperación ha ido muy bien y ahora no es alta pero podría serlo. No renunciamos a que lo sea”, aclaró el técnico Jaume Ponsarnau tras la estrepitosa derrota de los suyos ante el Joventut en la Fonteta.

Tras la derrota en la prórroga ante el Efes y el triunfo de los rivales directos la pasada semana, las cábalas para que el Baskonia acceda al Top 8 son claras en este momento. El equipo de Ivanovic necesita ganar en la capital del Turia y que en el Real Madrid pierda en Estambul ante un Fenerbahce mermado por la ausencia del pívot checo Jan Vesely en la cuerda interior.

Un jugador indestructible En el caso de victoria de los blancos, la otra hipótesis consiste en que el Zenit pierda sus dos partidos restantes ante el Maccabi -este viernes, es decir un día más tarde que el duelo entre alaveses y levantinos- y el Panathinaikos, fijado para el lunes 12. Tanto israelíes como griegos ya están eliminados de la pelea y tan solo se jugarán la honrilla.

El concurso de Henry en Valencia se antoja fundamental por muchos motivos. En primer motivo, por su indudable ascendencia en un equipo del que se ha convertido en su incuestionable líder con un rendimiento sobresaliente y también para evitar que todo el peso de la dirección azulgrana recaiga sobre Vildoza, mucho más irregular y discontinuo que el estadounidense al frente del timón. Si finalmente no se recupera a tiempo, Dragic o el residual Kurucs podrían ser las únicas alternativas para oxigenar en algún instante al argentino.

Henry es uno de los jugadores que hasta ahora no había sufrido ningún tipo de percance físico y disputado los 64 partidos oficiales (33 de Euroliga, 28 de Liga ACB, dos de Copa del Rey y uno de Supercopa) del Baskonia en la presente temporada. Tras el esguince de rodilla de Jekiri, otro que lo había jugado absolutamente todo, tan solo resta Giedraitis como el integrante del vestuario azulgrana que ha estado disponible en la totalidad de encuentros.