Vildoza: Solvente llevando el ritmo del juego pero mucho más letal cuando, desplazado al 'dos', se ensañó con un tierno Panathinaikos desde la larga distancia. Su pegada resultó devastadora ante los griegos.

Raieste: Regreso al primer plano con poca fortuna tras más de un mes sin jugar. Ivanovic le incluyó en el cinco inicial, pero fue uno de los sacrificados ante el dubitativo arranque vitoriano y ya sería un espectador más.

Giedraitis: También se sumó a la fiesta del triple en los compases finales y evidenció que no se le puede dejar ni un metro. Aplicado y sacrificado atrás con varios robos de balón que acabaron con una canasta sencilla.

Tan solo aguantó un minuto y medio sobre la pista. Quedó sentenciado para el resto del encuentro tras una mala defensa que propició un 'alley oop' de Papagiannis, una pérdida y una personal.

Polonara: Poco vistoso, pero en la línea de compromiso de todo el equipo. Está pasando por un pequeño bache ante el aro contrario, pero lo suple con su entrega y casta. Con el punto de mira desviado.

Dragic: Su entrada resultó importante para cambiar el decorado de la velada. Aportó verticalidad ante el aro griego y también mostró una buena visión de juego. Con poco protagonismo tras el intermedio.

Peters: Otra noche espectacular. Dio continuidad a sus fabulosos minutos ante el Fenerbahce y fue otro que no desaprovechó la ocasión de hurgar en la herida helena con sus plásticas suspensiones desde el 6,75.

Henry: Ciertamente espectacular en todas las facetas. Primero hizo mejores a sus compañeros con una dirección de libro y más tarde se calentó hasta el punto de causar un estropicio en la defensa griega.

Jekiri: De nuevo recordó al pívot poderoso de los primeros compases de la temporada. Se sacó de la chistera uno de los tapones más espectaculares de la Euroliga a Papagiannis y acabó con dobles figuras.

Diop: Minutos de calidad en el segundo cuarto, donde elevó las prestaciones del juego interior. No está siendo una temporada fácil por la falta de minutos, pero ayer al menos demostró que sigue vivo.

Sedekerskis: Un mate tras una jugada individual por la línea de fondo fue su mejor acción de la velada. Volvió a mostrarse sólido en el rebote y evidenció que puede dar relevos de calidad casi todas las noches.

Kurucs: Apenas cinco minutos en los que no le puso las cosas fáciles a un desquiciado Nedovic. El Baskonia tampoco bajó el nivel en el segundo cuarto cuando el báltico estuvo en pista y esa una noticia inmejorable.