- Si termina aceptando la oferta de renovación que tiene encima de la mesa, la guinda del pastel para el Baskonia de la temporada 2020-21 será Zoran Dragic. Durante un desayuno informativo con los medios de la comunicación en la ciudad deportiva del BAKH, Félix Fernández disipó ayer la última incógnita que se cernía respecto a la configuración de una plantilla que estará integrada finalmente por 13 jugadores y no 14 como podía pensarse en un principio.

Cuando Josean Querejeta anunció hace una semana en la presentación del acuerdo con TD Systems como sponsor principal que restaba tan solo un exterior para dejar perfilado el equipo, muchos aficionados dieron por sentado que el club vitoriano rubricaría la llegada de un nuevo jugador al margen de buscar un desenlace favorable en las negociaciones abiertas con Dragic. Pues bien, dicho lujo no será posible teniendo en cuenta las limitaciones económicas y que, con 13 efectivos en nómina, Dusko Ivanovic tendrá que descartar todas las jornadas en la Liga ACB a un jugador sin la vitola de cupo de formación.

El Baskonia pretende que sea el gladiador balcánico quien redondee un grupo bastante rejuvenecido respecto al pasado ejercicio, pero la continuidad de Dragic continúa pendiendo de un hilo. Tal y como explicó este periódico hace días, existen "grandes diferencias económicas" entre lo que pide el esloveno por renovar y lo que está dispuesto a ofrecer una entidad alavesa carente de los recursos ilimitados de otros grandes del Viejo Continente.

De momento, no hay ningún punto de encuentro entre ambas partes, ya que el jugador considera a todas luces insuficiente la oferta enviada semanas atrás desde los despachos del Buesa Arena y está sopesando alternativas para seguir disputando la Euroliga en otro lugar. El asunto, para bien o para mal, quedará zanjado este miércoles 5 de agosto, último día que permite el convenio suscrito en su día entre la ACB y el sindicato de la ABP para que el club de origen selle la continuidad de un baloncestista inscrito en el derecho de tanteo que consumió el plazo concedido por la patronal -del 8 al 20 de julio- sin presentar una propuesta de otro equipo español.

"Queremos que Zoran se quede, le hicimos una oferta y estamos a la espera de que tome una decisión. Si no acepta, tomaremos otro camino. Con eso seríamos 13 jugadores, que es el número para el próximo año", confirmó Fernández, que eso sí no dio detalles sobre el estado de unas negociaciones que siguen sin ir por buen camino. El director deportivo del Baskonia reconoció la indudable valía a nivel deportivo de Dragic, un exterior que sin estar dotado de un desbordante talento ni ser un superdotado en ataque encaja como un guante en la filosofía de Ivanovic por su entrega, su despliegue físico y su espíritu guerrillero.

"Es un jugador con el que estamos muy contentos. Cuando lo fichamos, demostró que físicamente se ha recuperado de sus lesiones de rodilla y es alguien totalmente comprometido. Ahora solo queda esperar. Como todo en este negocio, él mirará su mejor interés", precisó Fernández. En caso de que Dragic desestime la oferta azulgrana, el directivo del Baskonia admitió que "veremos todas las opciones que hay en el mercado y buscaremos el mejor jugador". "No nos centramos en si será comunitario o extracomunitario. Obviamente si es comunitario, te da mas opciones de cara a posibles movimientos, pero si es extracomunitario conviviríamos con ello", añadió respecto al pasaporte del hipotético sustituto del esloveno.

Con Dragic u otro jugador, el Baskonia cerrará un roster en el que no se esperan más novedades de entradas y salidas en lo que resta de verano. Y es que el director deportivo azulgrana dio un brusco carpetazo a cualquier posibilidad de que Youssoupha Fall salga cedido este verano. Eso sí, el gigante senegalés -con contrato en vigor hasta 2022- recibió un pequeño tirón de orejas del club tras una temporada en la que su papel bajo los aros ha estado muy lejos de lo esperado. "El planteamiento es que se quede al cien por cien. Sí es cierto que debía haber tenido un rendimiento mayor, pero le ocurrió esa lesión cuando llegamos del confinamiento. Es un jugador llamado a ser importante, necesitamos que este año dé un paso adelante y se vaya asentando en esa posición. Tiene muchísimas cualidades y puede marcar diferencias. La idea es que dentro de la configuración del juego interior, sea un jugador importante y vaya dando pasos para consolidarse", advirtió.

En cuanto a Luca Vildoza, el Baskonia también da por hecho que permanecerá a las órdenes de Ivanovic pese a que el marplatense aparece ya en algunas quinielas como posible relevo de Facundo Campazzo en el Real Madrid si emigra a la NBA. "No hay incertidumbre con él. Luca es presente y futuro del Baskonia. El año pasado tuvo que pasar por el quirófano, pero vimos cómo acabó la fase final. En los dos meses donde estuvimos confinados, hizo un trabajo extraordinario y llegó con ese punto de confianza. Esperemos que eso continúe y crezca", detalló Fernández respecto al base argentino, bien atado hasta 2024 tras una última renovación que también implicó una importante subida de su cláusula de rescisión.

La negativa de Patricio Garino a ampliar su vínculo con el Baskonia también centró la alocución del directivo azulgrana. A su juicio, el flamante fichaje del Zalgiris "necesitaba un cambio en su cabeza para reencontrarse con el baloncesto" tras un trienio en Vitoria donde se ha visto maltratado por toda clase de percances físicos. "Para él hubiese sido cómodo quedarse aquí, pero hay que respetar su decisión. Es joven, mantenemos los derechos sobre él y nunca sabes lo que puede ocurrir, pero si le respetan las lesiones puede llegar a ser un jugador importante en Europa".

Tras ensalzar las bondades de un Ivanovic que tan solo ha renovado por una única temporada, aclarar que no se ha renegociado ningún contrato pese al quebranto económico generado por la pandemia, admitir que el fichaje de Peters estuvo encima de la mesa en 2017 o que el Baskonia cerró la contratación de Giedraitis al acabar el confinamiento, Fernández también remarcó que el nuevo proyecto vitoriano "genera ilusión por la capacidad de crecimiento y ese punto de hambre que pueden tener muchos jugadores".