Vitoria - El soleado panorama del que disfruta el Baskonia tras su contundente acceso a las semifinales de la Liga después de eliminar por la vía rápida al Unicaja se vio oscurecido ayer por un persistente nubarrón que no termina de despejarse. Se trata, evidentemente, de los problemas físicos que arrastra Jayson Granger, que le obligaron de nuevo a parar y tener que trabajar al margen del grupo.

El base uruguayo, que apenas estuvo un minuto sobre la pista en el segundo duelo de la serie ante el Unicaja, no se entrenó en la jornada de ayer, cuando el conjunto vitoriano regresó al trabajo tras disfrutar el miércoles de un día de descanso. De esta manera, las incógnitas sobre la recuperación del tobillo izquierdo, lesionado hace casi dos meses y que le ha impedido jugar a pleno rendimiento en las últimas semanas, vuelven a activarse. Granger, en cualquier caso, no ha sido descartado todavía de manera definitiva y el club de Zurbano confía en que, aunque sea lejos de su mejor nivel, pueda ayudar al grupo en las próximas citas.

Desde su lesión, el director de juego azulgrana ha jugado tres encuentros, ante el Obradoiro y el Unicaja -en dos ocasiones-, con un promedio de once minutos, casi cuatro puntos y dos asistencias por duelo. - DNA