vitoria - Con la obligación de dejar atrás la resaca copera del intenso torneo disputado la pasada semana en el Buesa Arena, el Baskonia afronta esta noche, en su reencuentro con la Euroliga, un encuentro que puede marcar muy significativamente su futuro en la competición continental. Porque de lo que suceda esta tarde en el Abdi Ipekci dependerá que el conjunto vitoriano pueda afrontar las últimas y decisivas jornadas con un tranquilizados colchón de seguridad o, por el contrario, se veo inmerso en un nada deseable mar de nervios. Y precisamente ese es el objetivo con el que partió ayer de la capital alavesa la escuadra de Sito Alonso, el de asegurarse un pasaporte hacia la calma.

Un salvoconducto que únicamente conseguirá en el caso de que logre arrancar de la pista del Efes su decimotercer triunfo del curso europeo. Si es capaz de conseguirlo dará un paso de gigante para asegurar su presencia entre los ocho primeros a la conclusión de la fase regular -y por consiguiente acceder a los play off de cuartos de final- e incluso podría soñar con asaltar las posiciones que ayudan a conseguir un mejor cruce.

Un botín muy suculento que alcanzaría tras asestar un golpe muy duro a uno de sus adversarios directos en estos momentos. Baskonia y Anadolu Efes son séptimo y octavo respectivamente ahora mismo en la tabla clasificatoria seperados por una única victoria. Los azulgranas cuentan con doce por las once de los otomanos. Doblegar a los de Velimir Perasovic en su propio feudo significaría aumentar la ventaja a dos triunfos más el average particular cuando únicamente resarían siete encuentros de la fase regular por disputarse. Una distancia virtualmente insalvable que podría aplicarse también respecto a su otro perseguidor más cercano si, como dicta la lógica, el Darussafaca cae derrotado esta noche en su visita al Real Madrid.

Sin embargo, la otra cara de la moneda ofrece un panorama bien diferente. Porque perder ante el Efes colocaría a la escuadra alavesa en una situación, cuando menos, complicada. Los turcos le igualarían a victorias pero como quiera que recuperarían el average particular -en la ida el triunfo vitoriano fue por un solo punto (85-84)- se siturían por delante en la clasificación. Lo que dejaría al Baskonia sin margen de error y obligado a luchar con uñas y dientes hasta el final para tratar de asegurarse una plaza entre los ocho primeros clasificados.

Así pues, se presenta una batalla en toda regla entre dos equipos que se juegan buena parte de sus opciones de futuro en la que, si desea salir airoso, el conjunto vitoriano necesitará confirmar la recuperación de su juego que apuntó durante la pasada Copa del Rey.

Las sensaciones positivas que transmitió en sus enfrentamientos con el Tenerife y el Real Madrid deben ser el punto de partida para reconstruir el juego sólido en defensa y efectivo en ataque que le condujo a sus mejores momentos en el final del pasado año. Si a eso consigue añadir la recuperación de los hombres que, como Bargnani o Blazic, se encuentran fuera de la dinámica del grupo, tendrá mucho ganado. Además, claro está, del carácter imprescindible para afrontar una cita de esta envergadura.