Álava tendrá en 2022 el Presupuesto más alto e inversor de su historia: 574,4 millones de euros, 46,7 millones más que las anteriores cuentas y un capítulo de inversiones de 135,3 millones de euros.

Estas "expansivas" cuentas son posibles, entre otras razones, gracias al aumento de la recaudación foral, a las buenas previsiones y a los fondos económicos que se prevé que lleguen de Europa, aunque no se han contemplado en el proyecto presupuestario, según ha explicado el diputado general, Ramiro González.

Se trata de un proyecto económico encaminado a impulsar la transformación del territorio en clave de digitalización, descarbonización y políticas sociales y de cuidados. "Llega un nuevo tiempo. Son los presupuestos más inversores, los que más destinan a las personas; por tanto, abren una nueva etapa en Álava, una etapa de ilusión", sostiene Ramiro González.

Las entidades locales tienen un peso importante dentro del presupuesto de 294,1 millones, vía Fofel, además de otra partida complementaria de 5,2 millones de euros. Cifras que representan un ratio de 890,66 euros por alavés y año de financiación local.

Mayores y cuidados

La Diputación también mantiene al alza el compromiso con las personas y las políticas sociales y de cuidados. Los recursos en este ámbito crecen un 9,3%, alcanzando los 222 millones. Destaca la atención a las personas mayores, con un total de 84 millones, destinados a este colectivo y también a proyectos como Gizarean o Etxean Bai y el centro de investigación en envejecimiento.Convertir residuos en hidrógeno

Además, tres grandes áreas engloban los presupuestos de Álava para 2022. La primera es transición energética y cambio climático (18,2 millones), con inversiones en movilidad sostenible (tranvía y bus eléctrico de Vitoria), nuevas energías como el parque solar ( un millón), gestión de la basura, con un ambicioso proyecto para convertir los residuos en hidrógeno y mejoras ambientales.

La segunda es digitalización, dotada con 11,6 millones de euros, con iniciativas como Araba Digital. Y la tercera, innovación social y económica (2,3 millones), con proyectos como el centro de investigación en envejecimiento, el de fabricación avanzada en automoción y el programa Etxean bai (un millón) etc.

Obra pública

El proyecto presupuestario contempla igualmente una partida de 40,7 millones de euros para gastar en obra pública, es decir, en carreteras y en intervenciones en los pueblos.

Además, la Diputación prevé un endeudamiento neto de 20 millones de euros para su gasto propio. Concretamente, acudirá a una deuda de 87,5 millones de euros, con una previsión de amortización de 67,54 durante el próximo ejercicio, explica la diputada de Hacienda, Itziar Gonzalo. Con estas cifras en la mano, la deuda viva de la institución foral será a finales del próximo año de 565,5 millones de euros.