Lleva en Vitoria-Gasteiz buena parte de su vida, pero no se estableció en la capital hasta los 18 años. Acostumbra a trabajar todos los años cuando se celebran las fiestas de la Virgen Blanca y sus horarios son bastante incompatibles con las nocturnidades, pero siempre intenta buscar hueco para tomar el pulso a estas fechas tan especiales de alguna manera.

Aunque llegas a Vitoria con 18 años, ¿con esa edad lo mismo habías estado ya en las fiestas de La Blanca alguna vez?

No, mis primeros recuerdos de las fiestas se vinculan a mi llegada a la ciudad. Antes nunca había estado, ni en la ciudad ni en las fiestas. Viví en Pamplona hasta los 18 años, pero mi aita conoció a una persona en la ciudad, nos vinimos y montamos Artepan, que inauguramos un 14 de julio de 1983. No sabíamos cuánto tiempo íbamos a estar, pero al final yo me quedé aquí y esto creció.

¿Qué recuerdas de aquellas primeras fiestas?

Yo venía de Pamplona y el cambio de San Fermines a La Blanca fue grande para un chaval de 18 años para el que Iruña era lo más. El cambio fue importante. Además no conocía a nadie. Me llamaba mucho la atención el tema del puro. Ibas al bar de lado, en este caso el Nebraska, a tomar un café y te daban un puro como detalle. Yo preguntaba y me decían que la gente se encendía un puro en la Virgen Blanca a la que, por cierto, en aquella época, aunque había gente, entrabas tranquilamente, no era lo de ahora.

¿Qué sensaciones tiene de aquella época?

Recuerdo que era diferente, que no era una imitación y que por eso me gustaba, porque era diferente, auténtico. Bajaba Celedón y se empezaban las fiestas de una manera diferente que, con los años se ha parecido más al txupinazo de Pamplona. En ese sentido se ha descafeinado un poco. Han sido siempre fiestas muy populares que me han gustado mucho. El ambiente del Casco Viejo...

Aquellos inicios de Artepan habría poco tiempo para salir de fiesta, ¿o se buscaba la manera?

Uy, que va. Era currar, currar y currar. Los días de fiestas generalmente han sido días de mucho currelo, pero con la cuadrilla de aquí siempre el 4 hacemos una comida y estás un poco por ahí, aunque tengas que irte pronto porque el 5 madrugas

¿Hay algunos actos de esos que intentas estar?

Siempre me ha gustado el vermut, ir algún día a la pelota, que me gusta mucho, estar en los conciertos del Matxete. Según como cae, el 7, 8 o 9 igual libraba algún día para hacer algo más de juerga, sobre todo cuando era más joven.

Con los horarios que tenéis los panaderos alguna gaupasa habrá caído...

Alguna, pero de joven y jurabas que no ibas a volver a hacerlo. Ahora no se me ocurre ni por asomo. Primero porque ahora mismo no toca y luego porque si un día que te pasas un poco lo pagas.

¿Te has perdido algunas fiestas o siempre has estado?

Pues siempre he estado porque toca trabajar. Este año en el arranque no voy a estar porque me voy a un curso, pero este año es diferente porque tampoco hay fiestas como tal. Seguro que hay alguna comida o cena de cuadrillas, terrazas y celebraciones familiares igual, pero poco más. Cuando la situación es normal, si puedo me cojo las vacaciones en julio.

Artepan está en el centro y seguro que habéis sido testigos de un montón de historias.

Ahora el barrio de Jesús Guridi está un poco más envejecido, pero siempre ha sido un barrio tradicional de gaupaseros, de venir los graciosos que estaban con los efluvios etílicos y juntarse con los primeros de la mañana. El 5 de agosto, por ejemplo, que la gente va al Rosario de la Aurora pronto, se produce una mezcla de gente interesante y siempre hay anécdotas que provocan risas porque, afortunadamente, siempre ha habido buen rollo. También recuerdo con cariño el día que los veteranos nos hacen una visita y pican en la tienda algo. Hay fechas en las fiestas chulas, además de las propias que pueda tener como esas comidas o vueltas con la cuadrilla. Siempre se busca algún ratillo.

Vosotros aportáis la Tarta de la Virgen Blanca para endulzar la fiesta...

Llevamos tiempo haciéndola y no tiene el mismo tirón que otros postres, pero poco a poco va siendo más conocida y la gente la instaura.

¿Y este año qué?

Pues este año parece incluso más raro que el pasado. Parece que la gente se está yendo más o si ve algo de buen tiempo aprovecha para disfrutarlo lejos de la ciudad porque con el verano que estamos teniendo... No se, el año pasado parece que había como intención de mantener algo de las fiestas y este año parece que no tanto. Lo importante es que nos cuidemos y ya celebraremos en 2022.