Gasteiz ya no es aquella mediana capital de provincia que se coló en el ranking de ciudades en las que comprar una vivienda se convirtió en misión imposible durante años. Vitoria llegó a codearse en carestía con grandes urbes como Donostia, Madrid o Barcelona.

Dos décadas después, el precio de la vivienda nueva se asemeja más al de capitales de provincia de similar tamaño, como Pamplona. El metro cuadrado de los pisos de nueva construcción se cotiza a día de hoy a una media de 3.000 euros, por debajo de muchas urbes.

Y desciende a una media de 2.000 euros el metro cuadrado si se trata de una casa de segunda mano. En cambio, el precio se dispara en Vitoria al intentar alquilar una casa, ya que el gasto no baja de los 700-750 euros al mes, explica Carlos Fernández de Nograro, de la inmobiliaria que lleva su apellido.

Sin embargo, independientemente del coste, hay demanda de vivienda, tanto de nueva construcción como usada, y es similar. "Ambas tienen sus pros y sus contras. "El tirón de los pisos de segunda mano está en que son más baratos y, por lo general, más céntricos. Los nuevos, en cambio, son más caros y están a las afueras, pero son más confortables y tienen mejores prestaciones", valora Fernández de Nograro.

Pero si algo ha cambiado en los últimos años en Gasteiz -subraya el promotor- es que, ahora, "las nuevas edificaciones son de mejor calidad, hoy se construye de forma radicalmente opuesta, con mejores materiales que hace una década, mayor aislamiento térmico..., no tiene nada que ver, y es fruto de la aprobación del nuevo código ético de edificación, que es muy exigente en sus requisitos", apunta.

En este sentido, "si hay sectores de la ciudad que funcionan peor en el mercado, es decir, más complicados de vender -caso de Larrein y Arkaiate en Salburua, y Mariturri y Aldaia en Zabalgana- se debe más a su alejada ubicación del centro y al hecho de que son distritos con menos comercios y servicios que a la calidad de las edificaciones", considera.

Además, hoy en día, la gente se endeuda menos que hace años para comprar una vivienda. "Los bancos tienen un tope de crédito del 80% del valor del inmueble y, si se pasan, el Banco de España les penaliza; no como antes que financiaban el cien por cien y hasta más. Por eso es muy difícil que vuelva a ocurrir una burbuja inmobiliaria", piensa el promotor.

Pese a todas estas variables, adquirir una vivienda sigue siendo una de las mayores inversiones a las que hace frente una persona o una familia a lo largo de su vida. De ahí, que los compradores examinen con lupa su operación de compra antes de firmar la hipoteca.

Entonces, ¿qué factores son determinantes para los vitorianos a la hora de adquirir una casa para vivir?

Por supuesto que el precio de la vivienda es fundamental, pero tan determinante o más que el coste es la ubicación del edificio y el entorno. "Si está cerca del trabajo, del colegio de los niños o a un paso de un parque o jardín, es decir, si alrededor hay zonas verdes. Ahí está el tirón del parque del Este de Salburua, por ejemplo", señala Fernández de Nograro.

Una vez dado el visto bueno a la ubicación y al precio, en Gasteiz hay otros imprescindibles, como la calefacción y el ascensor. "Ahí las construcciones nuevas tienen ventaja sobre las de segunda mano". Y ya después, qué duda cabe de que es importante que la casa disponga de garaje, ya que cada vez es más difícil aparcar en la calle en Vitoria.

Además, la vivienda tipo para los gasteiztarras es un piso grande, de tres habitaciones y dos baños, y a poder ser con balcón o terraza y algo de jardín, es decir, con espacios al aire libre; esta demanda es consecuencia de los meses de confinamiento por culpa de la pandemia sanitaria.

El sur de Vitoria es la zona preferida por los vitorianos para residir, quizá por el frío clima de la ciudad -entiende Fernández de Nograro-. También para quienes se inclinan por salir de Gasteiz y hacerse con una casa en un pueblo. "Hay demanda".

Eso sí, tiene que ser una localidad cercana, como mucho a 15 o 20 kilómetros de Vitoria. "En este caso, también prefieren el sur o el sureste", constata el promotor inmobiliario. De hecho, los pueblos con más tirón son Nanclares, Dulantzi, Elburgo y La Puebla, en Trebiño. "Me refiero a gente que prefiere vivir en la zona rural, que busca una casa en el pueblo con un pequeño huerto, pero algo normalito y sin mucho coste, nada lujoso", detalla.

Esa predilección por el sur de Vitoria, precisamente por donde menos se ha expandido la ciudad, es lo que lleva a Fernández de Nograro a creer que si finalmente se edifica en Campo de los Palacios, Olaran e, incluso, el sector 18 (Elorriaga-Arkaute), esas viviendas tendrán buena salida en el mercado inmobiliario futuro.

Indica el promotor inmobiliario.

Sostiene Carlos Fernández de Nograro.

700

Euros al mes es el precio mínimo que, de media, tiene la vivienda de alquiler en Vitoria, según el promotor Carlos Fernández de Nograro. La media de los pisos de nueva construcción ronda los 3.000 euros el metro cuadrado y los 2.000 euros el metro cuadrado en el caso de la vivienda usada.