La poca oferta de pisos en alquiler hace que los precios de arrendamiento sean altos en Vitoria. "Es difícil encontrar una vivienda por debajo de los 700-750 euros", apunta el promotor inmobiliario Carlos Fernández de Nograro.

Paradójicamente, sobran en el mercado locales vacíos en los bajos de los edificios. En los barrios más cercanos al centro debido al goteo de cierres de bares y comercios. En los distritos de nueva construcción más alejados debido a que nunca han llegado a tener actividad. Esta situación le lleva al promotor a poner de nuevo sobre la mesa la idea de permitir el uso residencial de los bajos comerciales allá donde puedan acondicionar para su habitabilidad, como Salburua y Zabalgana.

"Son barrios edificados mediante manzanas de viviendas en forma de U en las que las lonjas se extienden a lo largo de toda la fachada; por un lado, dan a la calle y, por otro, normalmente a amplios patios ajardinados", explica. "Si el Ayuntamiento flexibilizase la normativa modificando el uso de estas lonjas de comercial a residencial, podrían usarse como pisos de alquiler, lo que contribuiría a moderar el precio de mercado de los arrendamientos, además de dar salida a estos locales que, en ocasiones, acaban convirtiéndose en un reducto de suciedad", considera Fernández de Nograro. Por supuesto, "no de forma gratuita sólo para alquilar y con el compromiso de un periodo determinado de años", dice.

Argumenta el promotor que la tendencia del consumidor es a comprar, cada vez más, de forma no presencial; un consumo on line que dificulta la apertura de nuevos negocios a pie de calle.

"El Ayuntamiento no debería perder la oportunidad de abordar una iniciativa así, aprovechando que ahora está debatiendo el nuevo Plan General", señala. Se refiere a las nuevas normativas urbanísticas que Vitoria ha comenzado a redactar bajo la premisa principal de no consumir más suelo que el ocupado hasta ahora y aprovechar el ya urbanizado para nuevas viviendas, infraestructuras, zonas verdes, etc. "Tenemos un problema serio en Vitoria con los locales comerciales vacíos, ya no sólo de contaminación visual, por las pintadas, sino también de higiene", concluye.