Durante 2020, una gran porción de la sociedad se vio perjudicada por la pandemia, tanto de forma económica como social y/o laboral. Una de las entidades que más ha notado este repunte es Cáritas de Vitoria, que este viernes ha presentado los datos sobre el ejercicio realizado el año pasado, aunque Ramón Ibeas, secretario general de la diocesana, ha recalcado que el covid-19 "ha dificultado el análisis y las comparativas a años anteriores".

Con alrededor de 16.400 personas atendidas, según los cálculos de estimación de la Fundación FOESSA, que derivan en el apoyo a 5.488 familias en 2020, la entidad se ha encontrado en un "escenario condicionado por la incertidumbre que impuso la emergencia sanitaria".

Del mismo modo, varios problemas presentes en la sociedad alavesa se han acrecentado durante la situación sanitaria actual, como la pobreza relacional o la brecha digital entre las personas de edad avanzada.

Respecto a este último, Ibeas ha querido denunciar que las administraciones públicas "han implementado unas medidas con un mensaje subliminal: que cuanto más solo estés, mejor te va a ir", algo que califica de "preocupante".

La mujer, principal perfil en la realidad de la pobreza

Uno de los datos que continúa siendo un foco de preocupación para la entidad es que el 64% de las personas atendidas responden al perfil de mujer. Asimismo, un 46% son personas desempleadas y 21% son españoles/as46% son personas desempleadas y 21% son españoles/as.

Durante la comparecencia, Ibeas también ha explicado que varios colectivos, como el de la prostitución y la economía sumergida, se han visto especialmente afectados debido a que "no pueden optar a ningún tipo de ayudas". Por eso, indica que "muchos tienen como única puerta la de Cáritas".

Todas estas personas se han visto necesitadas de varios tipos de ayuda que Cáritas ha ofrecido de diversas maneras; por ejemplo, 836 personas participaron en cursos del Departamento de Formación, de las cuales 392 asistieron a clases de aprendizaje de castellano, 238 a las escuelas de formación y promoción de la mujer y 206 niños y niñas o adolescentes a sesiones de apoyo escolar.

También han recordado que todas estas acciones "no serían posibles" sin la ayuda de los 1.383 socios que conforman la diocesana, a lo que se suman 859 voluntarios y donantes puntuales.

Apoyo laboral

Del mismo modo, Cáritas también ha proporcionado tres apoyos en relación al mundo laboral, donde existe "una precariedad inmensa", ha señalado Ibeas. Por ello, la diocesana ofreció 217 becas formativas, 93 destinadas a la capacitación laboral y 18 contratos de inserción.

Todo ello sumado al trabajo de la agencia de colocación Lan Bilaagencia de colocación Lan Bila, "uno de los espacios más dinámicos a consecuencia de la crueldad de la crisis", como ha descrito el secretario general de la entidad. En ella, 254 ofertas fueron gestionadas y 224 cubiertas para las 864 personas demandantes de empleo atendidas.

Solidaridad durante una situación delicada

Estas acciones, en conjunción con otros proyectos, han supuesto que los gastos de Cáritas asciendan a 2.410.416 euros en 2020, a los que se suman 2.711.753 euros en ingresos.

Respecto a estas cifras, Ibeas ha remarcado que, "en situaciones en las que la sociedad va mal", como la actual, "la gente se vuelca en la solidaridad", lo que se demuestra en los más de 300.000 euros de balance con los que cuenta la diocesana.

Aún así, se encuentran expectantes respecto al futuro, sobre todo porque, de la misma manera, "cuando las cosas empiezan a ir bien, la gente se vuelve menos solidaria", explica el secretario general de la entidad.

"Seamos más pueblo"

Entre los objetivos con los que Cáritas afronta el futuro, Maite Sebal, directora de la diocesana, ha incidido en el aumento de "necesidades básicas" por parte de la población, para lo que ya han puesto en marcha algunas actividades para el ejercicio de 2021.

Entre ellas, para celebrar el Día de la Caridad este fin de semana, Cáritas presentará su campaña institucional anual con la que se realizará una "llamada a ser más pueblo para poner en valor las virtudes de las comunidades más pequeñas que se cuidan y acompañan".

"Manifestación solidaria"

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, también ha comunicado que "es una pena" que la procesión del Corpus Christi "no se vaya a poder celebrar en el exterior este año". En vez de ello, se hará en la Catedral Nueva con un aforo reducido al 35%.

"No se trata de folklorismo, sino de una manifestación solidaria", añade Elizalde, que, adicionalmente ha querido dar visibilidad al "rejuvenecimiento de los colaboradores", además del cambio que muchos han realizado de "pasivos a proactivos".

Sebal. por su parte, ha recordado el "serio peligro" que existe "de asistir a situaciones de soledad, aislamiento y desvinculación personal y social" durante este año. Por ello, las colectas de todas las misas celebradas este fin de semana irán destinadas a apoyar las necesidades de la entidad con su propuesta #SeamosMásPueblo.