- Un aumento de la presión del Ebro durante el pasado fin de semana ha terminado por colapsar el arco logroñés de Puente Mantible, cuyas piedras han terminado desapareciendo bajo las aguas, mientras aguardaba una actuación urgente por parte del Ayuntamiento de Logroño por el delicado estado en que se encontraba.

En 2013, el Partido Riojano denunció que la situación del puente era “absolutamente lamentable” y además se estaban produciendo más desprendimientos “sin que el Ayuntamiento, ni la Consejería de Cultura, ni la Dirección General de Patrimonio, hicieran nada por frenarlos”. La formación riojanista señaló que el Grupo de Investigación en Patrimonio Construido (GEPAC), en colaboración con la Universidad del País Vasco, llevó a cabo un completo estudio para que el PP, que entonces gobernaba en la capital riojana, hiciera caso a sus recomendaciones.

La Diputación Foral de Álava ya se había adelantado para evitar la catástrofe y en 1983 realizó una serie de obras, como reforzar la base del arco del lado alavés, con hormigón para evitar su caída. Logroño esperó hasta 2018 para encargar un estudio para conocer su estado, y desde entonces llevaba dando largas a cualquier actuación. Ahora estaba en un proceso de licitación, por un importe de 703.460,80 euros, para evitar el deterioro o la caída completa de la parte logroñesa de Puente Mantible, declarado como Bien de Interés Cultural en 1982.