La artesanía ha sido una más de las muchas actividades golpeadas por la crisis sanitaria. Con decenas de ferias suspendidas durante todo este 2020 en Álava, la última de ellas la navideña Lan ta Lan, al sector también le ha tocado reinventarse y buscar otras vías para tratar de salvar el ejercicio.

En este contexto, los profesionales agrupados en la Asociación de artesanía de Álava (Artisau), organizadora de la exitosa cita gasteiztarra, van a desarrollar durante estas próximas semanas una campaña para promocionar y difundir el trabajo que desempeñan y recordar que sus productos constituyen una opción de calidad, sostenible y exclusiva para regalar en estas fiestas.

Folletos y carteles

La iniciativa cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Álava y estará presente mediante folletos y cartelería tanto en bares como en comercios, hoteles, centros cívicos, medios de comunicación y redes sociales.

Opari oparo. La artesanía alavesa en movimiento es el título de una campaña que nació precisamente a raíz de la cancelación de Lan ta Lan, pero también de la necesidad del sector de darse a conocer a la ciudadanía tras sufrir de forma "importante" las consecuencias de la pandemia.

Así lo ha reconocido esta mañana durante su presentación Mónica Martín, portavoz de Artisau, a quien ha acompañado la diputada de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo, Cristina González.

Los materiales ofrecen información sobre la oferta de 16 artesanos y artesanas alavesas. Cada profesional dispone de un apartado que describe el tipo de productos que elabora, la localización física del taller donde trabaja y vende sus creaciones, el teléfono de contacto o su página web y/o correo electrónico.

En Gasteiz... y en los pueblos

La mayoría de los talleres se ubican en Gasteiz, pero otros tienen su base de operaciones en localidades alavesas como Uzkiano, Manurga, Zuazo de San Millán o Heredia. La campaña es también, por tanto, una invitación a visitar la casa de estos profesionales y comprobar 'in situ' cómo trabajan, sus técnicas y sus herramientas, a la hora de elaboran sus piezas.

La oferta incluye pequeñas esculturas que representan el folklore y los deportes vascos, figuras modeladas en bronce para decoración, artesanía textil -mochilas, bolsos, neceseres...-, lámparas y otros objetivos decorativos realizadas con calabazas, cosmética natural, bisutería, productos en cuero, pintura a mano sobre tejido, joyería en plata con piedras, encuadernación y obra gráfica y un largo etcétera.

"Regalar artesanía es regalar algo diferente, muy especial, y este carácter tiene más relevancia que nunca en un tiempo marcado por la globalización y la presencia en nuestra vida de artículos de consumo rápido producidos en serie", ha recordado por su parte González.