- Los habitantes de Abetxuko pintan mucho en su deseo de revitalizar este barrio-pueblo a los pies del Zadorra. Coincidiendo con el 60 aniversario de las 463 viviendas bajitas que en su día se levantaron para acoger a los miles de inmigrantes que se asentaron en esta zona de Vitoria, la asociación vecinal Uribe-Nogales como avanza a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha impulsado un colosal proyecto: un ecomural que ocupará las fachadas de cinco de estas casas unifamiliares y de cuatro traseras, abarcando más de 100 metros lineales en una panorámica de 180 grados a distintas alturas. Un ambicioso proyecto de restauración paisajística que estará orientado a la entrada de Abetxuko y que se decorará con motivos rurales y de concienciación medioambiental. Además, en sus paredes se inmortalizarán a vecinos vivos y otros fallecidos que dejaron una huella imborrable, como Paquita San Bartolomé, su mítica líder vecinal.

Así, las paredes degradadas y los grafitis se sustituirán por caseríos, mascotas y personas asomadas a sus ventanas, gracias a la técnica del trampantojo de la que es especialista Paco Barriga, el muralista autodidacta que ya tiene una docena de murales por Abetxuko, su localidad natal, y otros tantos repartidos por el resto del territorio, quien empezará dar forma a este paseo muralístico naturalizado este mismo mes de octubre, en principio, sobre el día 10, si el tiempo lo permite.

Una obra que nace con un triple objetivo: embellecer Abetxuko ante la proliferación de los grafitis en sus paredes, fomentar una escuela de artistas en el pueblo, puesto que se invita a la participación vecinal, y que este distrito se abra a la ciudad de Vitoria, "como una comunidad dinámica, singular y comprometida con la mejora de su espacio y calidez de vida", creando su propio itinerario muralístico.

Una "bonita bienvenida" No en vano, la intención es la de darle la vuelta a la entrada de Abetxuko, la que se ve desde la parada del tranvía de Kañabenta, convirtiéndola en una "bonita bienvenida" a Abetxuko. En definitiva, un proyecto de gran envergadura, que, dadas sus dimensiones, "se podría convertir en la mayor obra artística sobre murales en fachadas del territorio", como resalta Oskar González, presidente de Uribe-Nogales. "Para ello, ha sido imprescindible la cooperación de los propietarios de las casas que conforman esta trama urbana (calle La Presa, Iturrizabala, Paseo del Mirador y Kañabenta), los cuales ya han dado su visto bueno al proyecto. También ha puesto su granito de arena el Ayuntamiento de Gasteiz, que también ha dado luz verde a los permisos de esta obra, y, por supuesto, la asociación vecinal, que empezó a idear este proyecto en marzo de 2019, fecha a partir de la cual se empezó a reunir con vecinos e instituciones para explicarles este proyecto que forma parte de los programas presentados Ekoherri y Herriberri, dentro del plan Abetxuko Bizirik. Fundamental también ha sido la colaboración de patrocinadores y/o instituciones. En este caso, la Fundación Vital, gracias a la cual se conseguirá una parte de los fondos necesarios para comenzar con la obra, los cuales se complementarán con la subvención anual que recibe Uribe-Nogales. Un montante final que se estima en 18.900 euros, con las cinco casas principales que forman el proyecto más las traseras. "De momento, tenemos 6.000 euros que nos servirían para empezar con la primera fase de la obra, pero nos harían falta por lo menos otros seis mil para continuarla, así que seguimos buscando patrocinadores", aclara González.

Esta primera fase es la que comenzará este mismo mes de octubre. "Creo que empezaremos por la fachada que está más estropeada, la de la calle Mirador, 1 y luego continuaremos por otras. Aunque en total son cinco grandes fachadas, este año intentaremos hacer tres", precisa Barriga a quien le hace especial ilusión este proyecto por enmarcarse en el espacio que le vio crecer. "En esta plazuela, antiguamente jugábamos todos, pero a día de hoy vienen los chavales a juntarse por la noche y ahora no pasa ni Dios por aquí", lamenta. De ahí que la intención sea darle color a este rincón de Abetxuko para sacarlo de la oscuridad a la que se ha ido sumiendo con el paso del tiempo.

En otra segunda fase se pretende ampliar el trabajo a otras dos fachadas más y en una tercera y última fase les gustaría rematar todo el entorno: escaleras, muretes y rampas, como los que tiene la pequeña plazoleta del Paseo del Mirador.

En definitiva, no es que se trate, como destaca Barriga, de un fácil espacio de transformación. Es por eso que es todo un reto de superación personal para él debido, entre otras cuestiones, a las paredes de distintas formas y alturas. "Es una arquitectura de hace 60 años, de las casas que levantaron los inmigrantes de dos plantas o de una, "con su huertita y gallinero", recuerda.

Pero, en todo caso, intentará que el paseo muralístico naturalizado respete el patrimonio, la historia y la seña de identidad de Abetxuko. "Yo me baso en la arquitectura que tenemos para que los murales se integren en ella, por eso los elementos decorativos que he elegido son rústicos, porque hay otros murales que los ves y dices: ¿Pero qué pinta esto aquí? Y la guinda del pastel será traer a esas personas que ya no están con nosotros", añade.

Por tanto, todos los motivos pegarán con el entorno, como los nuevos caseríos que aparecerán ahora en algunas fachadas o las ventanas y vigas de madera, que se recrearán en otras mediante la técnica del trampantojo, más la vegetación, como hiedras, que se pintará también "para arropar un poco". En otras paredes también habrá herri kirolak, como el arrastre de bueyes que Barriga muestra en uno de sus bocetos, y hasta residentes vivos o fallecidos, "puede ser la abuela, o Paquita, (antigua líder vecinal)" y hasta mascotas, si quieren, que se podrán personalizar al gusto de los propietarios, "si me dicen que quieren a la suegra, yo también se la pinto", añade entre risas, "porque me reuniré con los dueños para escuchar sus sugerencias a la hora de elegir los temas".

"Creo que al final va a quedar superbonita la entrada de Abetxuko", espera Iñigo Ugarte, vecino de La Presa, 1, que ha cedido su fachada harto de los grafitis que había. Una excusa más para adentrarse en este barrio-pueblo.

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Son los que han cedido sus fachadas para hacer posible este paseo muralístico naturalizado.

2019

En marzo de 2019 comenzó a gestarse este proyecto.

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Son los que se fija este ecomural de Abetxuko: presentar una alternativa de embellecimiento de Abetxuko ante la proliferación de pintadas en paredes, fomento de los artistas del pueblo y crear un itinerario muralístico por este barrio-pueblo.

"Se puede convertir en la mayor obra artística sobre murales en fachadas de este territorio"

Presidente de Uribe-Nogales

"La guinda del pastel será pintar a esas personas de Abetxuko que ya no están con nosotros"

Muralista encargado de esta obra

"Gracias a este nuevo paseo muralístico naturalizado, la entrada de Abetxuko va a quedar bonita"

Propietario de una vivienda