- Desde que se decretó el estado de alarma, han surgido grupos de voluntarios y personas a título individual en todo el Valle de Ayala que se ofrecen a través de las redes sociales, mediante carteles en el portal de cada bloque o métodos similares a ayudar a todas esas personas que no deben o no pueden salir de sus casas por el coronavirus, ya sea para llevarles fármacos o alimentos de primera necesidad. Es el caso de los integrantes del club deportivo Amurrio Trail, de un grupo de jóvenes voluntarios surgido en Llodio o de la red comarcal de ayuda comunitaria Aiaraldea Zainduz, por citar alguno.

Los ayuntamientos de la zona han entrado a poner un poco de orden a todas estas muestras de buena voluntad, activando teléfonos para la coordinación de personas voluntarias dispuestas a dar respuesta a las necesidades de personas mayores, de aquellas con necesidades especiales y, en definitiva, de cualquiera que se encuentre dentro de los denominados grupos de riesgo y no puedan ni deban pisar la calle. En el caso de Amurrio está activo las 24 horas del día y es el que se utiliza para la recogida de incidencias: el 671 074 170.

"Desde que comenzamos a oír la palabra coronavirus fuimos conscientes de que el tema no era algo para tomarse a broma, sino para intentar organizarse antes de que llegase lo peor para poder ayudar a quien lo necesitase y de que no lo íbamos a poder hacer solos. Por ello contactamos con el Ayuntamiento para que nos coordinara", explica a este diario Imanol Llano, presidente del Amurrio Trail Taldea.

Ésta es una asociación deportiva muy conocida en el municipio por sus iniciativas de acercamiento a la montaña para personas con limitaciones físicas que, en este caso, también se ha puesto al frente de la red local de voluntarios frente al Covid-19. Y es que de ella también forman parte integrantes del club scout Aisia, de la asociación de vecinos de Bañuetaibar y ciudadanos a título individual, "y también nos han volcado muchos de sus voluntarios la red comarcal de ayuda comunitaria Aiaraldea Zainduz", matiza Llano. Éste también subraya que "toda implicación y ayuda es bienvenida, ya que somos conscientes de que hay muchas posibilidades de que algunos de nosotros acabemos infectados por el virus, como ya ha ocurrido". De hecho, de las 70 personas que integran esta red "ya han caído tres compañeros, pese a las pautas de actuación y protocolos de protección que seguimos a rajatabla, por nuestra seguridad y por la de quienes vamos a ayudar", subraya.

Por lo que respecta al engranaje de esta red, se activa cuando el teléfono de incidencias recibe una llamada requiriendo la compra de alimentos básicos o medicinas desde sectores de población vulnerables. "Las llamadas son atendidas por alguno de los tres psicólogos del Ayuntamiento. Tras hablar con la persona demandante, toman nota de sus datos, dirección y necesidades. Esa información me llega a mí y, a través del grupo, me encargo de buscar al voluntario más cercano y disponible para hacer el encargo", explica Llano, que recuerda que no solo actúan en la localidad cabecera sino también en las nueve juntas administrativas del municipio.

En este punto, el protocolo de seguridad a seguir es vital y muy importante. "La persona que se preste a hacer ese servicio concreto tiene, primero, que encontrarse bien y tomarse la temperatura". Si todo está en orden, "antes de salir de casa, debe lavarse las manos, ponerse guantes y la mascarilla" y al llevar los productos requeridos a la persona que los ha demandado "no pueden entrar en su casa, lo tiene que dejar en la puerta y mantenerse a dos metros de distancia", explica Abel Fernández, uno de los voluntarios. Todos ellos, además, portan tarjetas identificativas facilitadas desde el Ayuntamiento, de cara a evitar posibles fraudes. No obstante, "nosotros no manejamos dinero, que es otro importante foco de contagio. Solo llevamos la compra a quien nos indiquen y es el Ayuntamiento quien se está haciendo cargo de las facturas, que luego va cobrando a quien corresponda", deja claro Llano; quien también aplaude la medida adoptada desde Sanidad de extender recetas "hasta para dos meses, porque se reducen los viajes a cada domicilio", matiza.

Para dar a conocer esta red de voluntarios ciudadanos, el Ayuntamiento de Amurrio se está poniendo en contacto con todas las personas mayores de 70 años del municipio y otras que puedan necesitar ayuda. "Se está intentando que no salgan de casa para nada, por ser el colectivo de mayor riesgo", insiste Llano. Quien quiera formar parte de esta red de voluntarios puede hacerlo llamando a los números de teléfono 636 56 33 24 y 656 97 30 11.

Asimismo, el Ayuntamiento de Llodio ha habilitado el teléfono 944 034 840, también a petición de un grupo de jóvenes que, desde los primeros días del estado de alerta sanitaria, se prestaron voluntarios a ayudar. En él, de 9.00 a 14.00 horas, se recogen las solicitudes para el cuidado de menores, así como los pedidos de compras de personas mayores de 65 años o enfermas que estén solas y no puedan salir a abastecerse de productos alimentarios básicos.

En este caso, los pedidos deberán ser dictados por teléfono, no deberán ser muy pesados ni voluminosos, y podrán ser realizados en más de una ocasión, mientras dure la actual situación de confinamiento, con un intervalo de tres días, entre uno y otro. Las personas que soliciten este servicio deberán disponer del dinero en efectivo necesario para pagar a quien voluntariamente le realice la compra, siempre contra presentación del ticket correspondiente.

Para otro tipo de ayudas, como puede ser protocolos ante violencia de género, instan a contactar con la red de ayuda comunitaria Aiaraldea Zainduz en el teléfono 618 978 192. El mismo número que deben usar las personas que no se encuentren en colectivos de riesgo y quieran sumarse a ella como voluntarias. Por su parte, en Artziniega la red de voluntarios se contacta de 8.00 a 15.00 horas en el 945 39 63 53, y fuera de ese horario en el 600 761 107. Por lo que respecta a los Ayuntamientos de Ayala y Okondo, los más pequeños de la comarca ayalesa, recuerdan la existencia del programa foral Etxean Zurekin. A través del número 945 15 10 15 se ofrece ayuda domiciliaria profesional a las personas dependientes, tanto mayores como con discapacidad y enfermedad mental, de cara a que tengan garantizado el apoyo y acompañamiento para tareas básicas en el domicilio, así como para otras actividades que requieran salir fuera de él, como la compra de alimentación y medicamentos. Para poder llevar adelante esta iniciativa, en Ayala se ha reforzado el Servicio de Ayuda a Domicilio.

70

Son los voluntarios que componen la red ciudadana que opera en Amurrio para ayudar a los más desfavorecidos.

3

Tres voluntarios han enfermado pese a las medidas de seguridad.