En un equipo de fútbol, los jugadores vienen y van, los hay más o menos queridos por la afición, algunos dejan huella y otros son reconocidos con el transcurso de los años, pero lo que está claro es que a pesar de todas las circunstancias, lo que siempre permanece es el escudo y el club, que en este caso es el Deportivo Alavés. Esta es una conclusión unánime a la que han llegado los seis ex jugadores (Pablo Gómez, Raúl Gañán, Jito Silvestre, Alfonso Subero "Tito", José María Igartua y Sabino Álava Dorronsoro) que se prestaron a hablar con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA para celebrar los 100 años de sentimiento albiazul.

Respecto a los ex jugadores, lo primero que tienen que hacer es cambiar el "chip" cuando se retiran, ya que como el propio Jito comenta, "cuando ejerces como jugador de fútbol quizá estás un poco más aislado de lo que se está viviendo y como aficionado no puedes ayudar en el campo, pero por otro lado sufres más".

En ese aspecto es algo en lo que sí que coinciden los ex jugadores presentes en esta tertulia. Y es que hay temporadas que se sufren más que otras y no solo en lo que a resultados se refiere, porque "ahora mismo el club se encuentra bastante consolidado en lo que a estructura se trata. Antes, cada seis meses había un presidente diferente, es decir, había unos cambios muy radicales", comenta Sabino. A lo que Raúl añade que "a lo largo del tiempo se nota mucho si cambias demasiado de presidente, entrenador o plantilla, pero coincido en que ahora es una época de estabilidad en cuanto a los que mandan". Eso sí, tanto Raúl como "Tito" afirman en que en lo que se refiere a planificación de la plantilla, sí que debería haber algún que otro cambio.

Donde sí que coinciden todos es que el fútbol ha evolucionado de forma radical, en especial, desde la época de Jose María, quien comenta que "ha cambiado todo, desde la planificación deportiva, hasta la médica y la alimentaria. Por ejemplo, nosotros teníamos un mes de fiesta y luego era correr, correr y correr. Además, antes tampoco se movían esas cantidades de dinero que se mueven ahora, que por otro lado ya se están bajando porque eran insostenibles". A lo que Sabino añade de forma graciosa, "nosotros teníamos un masajista que pegaba unos arañazos que dolían y ahora los jugadores están muy bien cuidados".

Ya en referencia a la actualidad, Pablo afirma que hoy en día "las redes sociales también te van marcando un poco el camino y luego hay modas como la de ver a los jugadores con muchos tatuajes, cuando antes no era tan habitual".

Otro cambio generacional en el que también coinciden es que esa cercanía que había antes se ha perdido. "En el pasado era habitual ver a cualquier jugador del Alavés tomar un pintxo de tortilla o dando un paseo. Por ejemplo, en mi antiguo local de gastronomía, venían muchos jugadores a desayunar y cuando el equipo subió a Primera División dejaron de venir de golpe, y resulta que les obligaban a desayunar en Ibaia con un nutricionista. Es decir, ahora esta todo más controlado y profesionalizado", afirma Jito.

Otro ejemplo al respecto, lo comenta "Tito", ya que "a nivel profesional ya no te dejan tener tanto movimiento. Antes ibas a un entrenamiento y veías a aficionados o a la prensa. Ahora los entrenamientos están acotados. Al final, es un circulo cerrado donde no entra nadie". En este sentido, Pablo también le da la razón a su compañero ex guardameta, ya que "los protocolos son distintos, porque antes un periodista te llamaba directamente y ahora hay que pasar por un jefe de prensa y un proceso. Y con todo esto creo que se ha provocado que el propio futbolista se esté separando de la afición". Hoy en día, incluso hay cosas que Jose María no comprende del todo y lo explica entre risas con una experiencia particular. "Un día aparqué el coche en Lezama y rápidamente me vinieron a decir que lo quitara, porque ese sitio le pertenecía a Muniain. Lógicamente no lo moví".

Los ex jugadores, cuando hablan de sus vivencias, se nota el amor que tienen hacia su club, pero a veces sí que echan de menos que quizá éste no esté correspondido, ya que "en otros sitios como en Bilbao, el tema de los ex jugadores está cuidado, mientras que aquí en Vitoria es todo lo contrario", afirma tristemente Pablo. A lo que Jito se suma asegurando que en "el Mirandés, Athletic o Eibar tienen su equipo de veteranos". En ese aspecto, "el club tampoco ha aportado mucho, porque hay una asociación de jugadores, pero es un desastre. Hay una desunión importante y nadie quiere hacerse cargo del tema y el club tampoco lo ha apoyado", comenta Sabino. "Este es un problema que viene generado, quizá, porque no hay tantos jugadores que duren muchos años en el club. Y además, cuando dejan el fútbol se van a vivir a otra ciudad y no se quedan aquí, por lo que no se crean esas raíces", subraya tajantemente "Tito". Lo que también deslizan todos de forma unánime es que los valores de un club son transmitidos por los veteranos a los jóvenes que vienen. Eso es un trabajo que no debería perderse, y con razón, porque tan solo hay que escucharles hablar para ver el gran sentimiento albiazul que tienen en sus corazones.

"Para mí lo es todo. Yo he crecido con el Alavés. Soy de los pocos jugadores que soy de Vitoria y que he estado desde los 7 años por y para el club e incluso he estado jugando con una lata ahí abajo. Para mí, lo ha sido y lo es todo"

"Es un emblema para Vitoria y Álava. Esa unión que tiene todo el mundo con el Deportivo Alavés es única. El Alavés es un símbolo"

"Para mí el Alavés es un sentimiento de pertenencia muy bonito. Yo he jugado en muchos equipos vascos y ese sentimiento de pertenencia como el que tengo aquí, tan solo comparto con el Athletic, pero es igual de bonito"

"El Alavés como club tiene ese gen especial de cercanía, y junto a su gran afición te hacen sentir los valores de honradez y sufrimiento. Yo cuando vine al club, lo hice con Chuchi Aranguren. El objetivo era ganar y ascender. El Alavés te inspira para que seas un ganador tanto en la vida como dentro del campo"

"Después de llevar un tiempo viviendo en Vitoria, creo que es una manera de vivir el fútbol sin ser futbolista. Ese sentimiento es algo que me han enseñado los aficionados de Vitoria"

"Aunque sea vizcaíno, yo vine encantado al Deportivo Alavés porque estaba en Galicia y para mí siempre será mi segunda casa después del Athletic"