Uno de los éxitos del Deportivo Alavés esta temporada es que, esté mejor o peor, se mantiene dentro de los partidos, pero esto no siempre significa que la moneda vaya a salir cara. Y así ocurrió este domingo en Vallecas. Aunque los babazorros tuvieron ocasiones para asaltar el feudo franjirrojo, donde echaron el resto en el epílogo para ganar, acabaron cayendo como consecuencia de un gol de Alemão ya en el último minuto (1-0).

Sin necesidad de revoluciones, el Chacho sí que optó por varios cambios en su once respecto al empate frente al Valencia. Denis Suárez, Carlos Vicente y Carles Aleñá fueron las tres novedades en detrimento de Pablo Ibáñez, Calebe y Abde Rebbach. Lo que no cambió fue el dibujo. Después de varias probaturas al comienzo, parece que el 4-4-2 es el sistema que más ha convencido al entrenador argentino.

La velada comenzó con mucha intensidad, queriendo ambos equipos tomar las riendas del partido. Y las ocasiones, en ese escenario, no se hicieron de rogar: a Aleñá, a los dos minutos de juego, se le marchó desviado un remate cruzado y, como respuesta, Alemão envió también fuera un testarazo. La batalla de este, el delantero brasileño, con Pacheco y Tenaglia fue uno de los atractivos de la primera mitad.

El otro fue Denis. El gallego, en su segunda titularidad de la temporada, sirvió de termómetro del Alavés en Vallecas. Cuando pudo aparecer, el balón circuló con finura por el centro del campo, llegando a zonas de peligro. Pero, cuando no lo hizo, el Rayo apenas sufrió al defender y salió con acierto. Esto último ocurrió a partir del minuto 25, cuando se vio superiores a los locales, aunque sin determinación arriba.

Sivera se vio exigido una sola vez durante la etapa de superioridad de los de Íñigo López. Fue en un disparo lejano de Unai López, con rechace para Alemão, que sacó con enorme seguridad. En esa jugada, además, hubo susto para el Glorioso: Pacheco, el único central natural, chocó con el propio meta alicantino y tuvo que ser asistido. El navarro aguantó hasta el descanso, luego le sustituyó Víctor Parada.

Y no dio para más la primera parte. Se echó en falta mayor aportación de las bandas, que fueron más útiles en defensa que en zonas de ataque, y también de los dos puntas. Boyé apareció más que Toni, pero sin demasiado acierto. Batalla fue un mero espectador del encuentro. Aun así, las tablas en el marcador demostraron una vez más que, con mejor o peor cara, el Alavés siempre está metido en los partidos.

FALTA DE PUNTERÍA EN LA 2ª MITAD

El problema fue que la segunda parte comenzó igual que acabó la primera, con el Rayo mejor plantado sobre el césped. Para cambiar esa tendencia, el Chacho dio entrada pronto a Ander Guevara (Blanco) y Pablo Ibáñez (Vicente), manteniendo el dibujo. Una decisión que sorprendió, pues el argentino acostumbra a ser más paciente con los revulsivos, sobre todo, cuando el resultado no es desfavorable.

Los cambios, sin embargo, no dieron al Alavés ese punch que necesitaba, al menos en un principio. Carlos Protesoni (Denis) entró más tarde y, pese a que los de Íñigo Pérez continuaron con mejores sensaciones, los gasteiztarras se encontraron con la mejor ocasión de la noche: Boyé le robó el balón a Mendy en el límite del área rival, le dio el balón a Toni y este remató por encima del larguero.

Y no fue la única oportunidad del Glorioso para llevarse los tres puntos de Vallecas. Boyé y Protesoni, en dos jugadas distintas, se encontraron con Batalla. El Rayo, eso sí, también tuvo sus contraataques, y acabó llevándose el premio. Es lo que tiene un partido de ida y vuelta. Fue Alemao, ya en el descuento y a centro de Chavarría, quien envió de cabeza la pelota a la red. Y lo hizo a placer, completamente solo. Nada pudo hacer Sivera.