Ha costado varias semanas más de lo esperado, pero Yusi Enríquez ya ha empezado a demostrar por qué el Deportivo Alavés apostó tan fuerte por hacerse con sus servicios este último verano. El lateral madrileño fue de los mejores frente al Elche, cuya imbatibilidad acabó en Mendizorroza, y debe tener continuidad en el once después del parón. Está un par de escalones por encima de su competencia.

El encuentro con los ilicitanos supuso la segunda titularidad de Yusi como babazorro, la primera en el Paseo de Cervantes. Antes lo había sido contra el Getafe. Y, durante los más de 90 minutos, el ‘3’ albiazul mostró lo que se esperaba de él: fue un puñal por la banda izquierda, llegando a las inmediaciones del área rival siempre que tuvo ocasión, y puso en el área rival varios balones con mucho peligro.

Además, en sus múltiples incursiones por el costado, donde formó una interesante sinergia con Abde Rebbach, el madrileño no solo mostró velocidad, que es lo que tienen la mayoría de laterales de su perfil, también se le vio una gran capacidad de regate. Algo que le vendrá bien el día que se encuentre con un par igual o más veloz que él. Ser impredecible marca la diferencia en los uno para uno.

Ahora bien, lo que hizo que Yusi fuera uno de los mejores albiazules contra el Elche no fue solo su aportación en ataque, la cual se presupone, sino su fortaleza en defensa. Los laterales ofensivos no suelen brillar atrás, pero él sí. Supuso un enorme quebradero de cabeza para Álvaro Núñez, Álvaro Rodríguez y cualquiera de los que se acercaron por su banda. Estuvo todo el rato encima de ellos, como una lapa.

En números, el lateral madrileño recuperó cinco balones, despejó uno, ganó cuatro duelos terrestres y tapó dos disparos. Solo Jonny Otto mejoró sus registros defensivos, y eso que Nahuel Tenaglia y Jon Pacheco también completaron un buen encuentro. También gustó mucho a las gradas del Paseo de Cervantes cómo, cuando perdía la pelota, reaccionaba ipso facto para corregir. Estuvo muy enchufado.

ESPERANDO LA OPORTUNIDAD

Y esta gran actuación de Yusi ha llegado, como se ha mencionado, después de siete jornadas en las que sorprendió su casi nula participación, sobre todo en las primeras. Ante el Levante, Real Betis, Atlético , Athletic y Sevilla, el ‘3’ babazorro solo disputó 19 minutos. Una cifra más que insuficiente para quien había sido uno de los fichajes del verano en Mendizorroza. Su caso llegó a preocupar a la afición.

El tiempo, sin embargo, ha dado la razón a Eduardo Coudet. Considerando que Yusi llegó al Alavés sin experiencia en la élite –y tampoco en Segunda División–, brindarle la titularidad desde el principio hubiera supuesto un riesgo. Aún sin estar adaptado al equipo ni a la categoría, la probabilidad de que el madrileño cometiera algún error habría sido mayor. Y algo así no hubiera sido bueno para su confianza.

Esa puede haber sido una de las razones por las que el técnico argentino ha preferido ir metiéndolo poco a poco en sus alineaciones. Obviamente, la ausencia de Moussa Diarra, con dolor en uno de sus pies, también ha ayudado. Con el francés en buenas condiciones, tal vez el ‘Chacho’ no hubiese apostado por Yusi ante el Elche, pero lo único que importa es que lo ha hecho. Y que le ha salido muy bien.

Por otro lado, que Yusi haya echado la puerta abajo, mereciendo ser titular en el lateral zurdo, no es del todo malo para el propio Diarra y Víctor Parada, que ahora están uno o dos escalones por debajo en la pugna. Dada la escasez de centrales, y la polivalencia de ambos, casi que va a ser más probable que jueguen en el núcleo de la zaga que en el costado. Ahí sí que puede haber más problemas.

Mientras se soluciona, ya sea para bien o para mal, la situación de Facundo Garcés, quien está en Malasia, el único central natural en plantilla es Jon Pacheco. Si él o Nahuel Tenaglia caen, incluso si lo hace Jonny, Diarra y Parada deberán entrar a cubrir el núcleo de la retaguardia. Y no es raro que lo hagan en algún momento, pues casi todos los defensas acaban, como mínimo, cumpliendo ciclo de tarjetas.

DE PROPIEDAD ALBIAZUL

Volviendo con Yusi, lo mejor es que todavía tiene mucho margen de mejora. Con apenas 19 años, su techo una vez coja experiencia en la máxima categoría es incalculable ahora mismo. Encima, es propiedad del Alavés, aunque el Real Madrid mantiene un 50 % de sus derechos, como en el caso de Antonio Blanco. Es de esos futbolistas capaces de liderar el proyecto del club albiazul a medio-largo plazo.

Sobre el césped, recuerda a la época de Theo Hernández en Mendizorroza. Evidentemente, muchas cosas deben darse para que Yusi acabe siendo el enorme futbolista que ha sido el francés en los últimos años, pero sus perfiles tienen ciertos parecidos.