El fútbol pasó a un segundo plano este sábado en Mendizorroza. El protagonismo en el derbi ante Osasuna fue para la afición albiazul, que celebró ilusionada la salvación conseguida la semana pasada en el José Zorrilla. Además, en una noche que fue una fiesta gracias a la hermandad con la hinchada rojilla. Sobre el césped, el Deportivo Alavés no solo compitió, sino que estuvo muy cerca de llevarse el derbi (1-1).

Para el último compromiso de la campaña, Eduardo Coudet fue fiel a lo que había adelantado en rueda de prensa y salió con un once titular muy parecido al de las jornadas anteriores. Con las bajas de Moussa Diarra, Santi Mouriño, Abdel Abqar y Joan Jordán, Aleksandar Sedlar y Carlos Protesoni fueron las únicas novedades del argentino. Pese a sentarse en el banquillo, tampoco llegó en condiciones de participar Ander Guevara

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En imágenes: Ambientazo en Mendizorroza en el Alavés-Osasuna

El Alavés saltó mejor al césped. Se encontró a un Osasuna demasiado acelerado, con varios errores en las transiciones, y eso le permitió llevar la batuta del juego. La primera ocasión, sin embargo, fue para los rojillos. Eso es lo que tiene contar con uno de los mejores arietes de la competición. En un centro aislado, Budimir cabeceó con gran pericia y, si no estrenó el marcador, fue gracias a la gran estirada de Antonio Sivera.

Esa acción dio emoción al derbi, pues los babazorros respondieron por medio de un disparo lejano de Carles Aleñá, al que tuvo que intervenir Herrera, y ambos equipos aceptaron enfrentarse en un ida y vuelta. Se notó que los de Vicente Moreno peleaban por un billete europeo y que los de Coudet, ya salvados, querían disfrutar del encuentro. Y esa emoción se sintió en las gradas, con las dos aficiones cantando a todo pulmón

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En imágenes: Las aficiones de Alavés y Osasuna llenan 'Kutxi'

Chispa hubo, pero no acierto. Tanto el Alavés como, sobre todo, Osasuna acusaron su falta de puntería, tomando dirección al túnel de vestuarios con el 0-0. Carlos Vicente, por parte babazorra, y Catena y Budimir tuvieron las más claras para romper la igualdad. Al cuadro local, entre otras cosas, le faltó conectar más con Jon Guridi. Aunque aportó en la presión, el de Azpeitia apareció poco cerca del área. Ahí estuvo más activo Aleñá

CERCA DE GANAR

El inicio de la segunda mitad no fue muy diferente a cómo acabó la primera. Los rojillos saltaron al verde en busca de ese gol que les permitiera soñar, más en vista de los resultados en otros campos, y merecieron adelantarse. Pero Sivera, de nuevo, lo impidió. El alicantino volvió a sacar una ocasión clarísima de Budimir y el fútbol, tan caprichoso como siempre, le dio la oportunidad al Alavés. Y no la desaprovecharon los locales.

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En imágenes: Así ha sido el Alavés-Osasuna

Fue Vicente, desde los once metros, quien engañó a Herrera para poner el 1-0 en el marcador de Mendizorroza y alcanzar los cinco tantos este curso. Cuadra Fernández señaló el penalti por una inocente patada de Juan Cruz a Tenaglia, sin necesidad de mirar la acción en el VAR. A partir de ese momento, el Glorioso supo que Osasuna tendría que tomar más riesgos para optar al empate, permitiéndole matar el derbi al contragolpe. 

Antes de entrar en la fase decisiva de la contienda, Coudet dio entrada a Tomás Conechny y Toni Martínez en lugar de Guridi y Kike García, respondiendo a los cambios de Vicente Moreno. A su salida, el delantero manchego se llevó una ovación cerrada del Paseo de Cervantes. La afición albiazul demostró que quiere la renovación del obrero del gol. Más tarde, también entraron Adrián Pica (Sedlar) y Carlos Martín (Protesoni).

Ya en la recta final, Osasuna fue a la desesperada y el Alavés, fiel a su fortaleza de las últimas jornadas, le complicó al máximo la tarea. Pero no fue suficiente. Al borde de la prolongación, Raúl García de Haro se encontró con un balón dentro del área gasteiztarra y, sin oposición alguna, batió a un vendido Sivera (1-1, min. 88). Hubo más intentos, el más claro de José Arnaiz, aunque sin éxito. Toni, cabe mencionar, falló la sentencia.