La derrota del sábado pasado contra el Rayo Vallecano (0-2), en lo que supuso la enésima decepción de la temporada en Mendizorroza, obliga al Deportivo Alavés a rascar algún punto de su visita a Montilivi. Allí, desde las 14.00 horas, los babazorros se ven las caras con un Girona que, pese a estar en horas bajas, sigue siendo un rival incómodo al que enfrentarse, más todavía si necesita ganar para no empezar a mirar hacia abajo.
El momento de forma del cuadro gasteiztarra no es mucho mejor que el del gironí. El impulso por vencer al Villarreal se ha disipado como consecuencia de los dos últimos varapalos y los de Eduardo Coudet, quien no teme por su futuro, se agarran a que siguen dependiendo de sí mismos para conseguir la permanencia. A la espera de cómo marche la jornada, son 17º y cuentan con un punto más que el Leganés, limitando el descenso.
A favor del Alavés juega que siempre ha dado la cara a domicilio desde que el técnico argentino tomó las riendas. Se puede decir, en realidad, que ha rendido bastante mejor como visitante que en Mendizorroza. Así lo manifiestan los números. El balance en siete salidas ha sido de un triunfo (Betis), cinco empates (Osasuna, Valencia, Leganés, Mallorca y Las Palmas) y una derrota (Barcelona), mereciendo más en varias ocasiones.
Aún hay tiempo para revertir la situación y encaminarse con fundamentos hacia el objetivo, pero no puede servir de excusa que a los rivales directos también les esté costando sumar. El Glorioso necesita salvarse por méritos propios y no dependiendo de los demás. Solo así podrá afrontar con garantías las finales que, tarde o temprano, acabará jugando. Restan menos de dos meses para conocer el desenlace de este curso.
ALEÑÁ VIAJA, PERO ES DUDA
Respecto a la convocatoria, lo más reseñable es la ausencia de Nahuel Tenaglia. El argentino vio ante el Rayo la décima amarilla de la temporada y cumple ciclo. Además, está en duda la disponibilidad de Carles Aleñá. El de Mataró sufrió una sobrecarga en ese mismo encuentro en Mendizorroza y el Alavés va a esperar hasta el último momento para ver si puede entrar en la lista definitiva. Ayer, lo más probable era que descansara, pero viajó a Girona.
Con Tenaglia ausente, el Chacho deberá modificar la línea defensiva a la que había dado continuidad en las últimas jornadas. No cambiará el dibujo –o eso adelantó en la previa– y, en ese escenario, la combinación con más papeletas es con Santi Mouriño en el lateral, completando la zaga con Facundo Garcés o Moussa Diarra en el centro. Como extremo zurdo debería jugar Carlos Martín y en el ala contraria lo hará Carlos Vicente.
El Girona, por su parte, recibe al Alavés en un momento delicado. Acumula siete jornadas sin conocer la victoria y, después de una campaña espectacular, ha confirmado su vuelta al terreno de los mortales. El desgaste por jugar la Champions League seguro ha tenido que ver en el bajón de rendimiento. Aun así, continúa con opciones de meterse de nuevo en Europa y el descenso lo ve demasiado lejos. No deberían sufrir.
De cara al encuentro, Míchel solo deberá sobreponerse a las bajas de Bryan Gil –baja para lo que resta de ejercicio– y el exalbiazul Iván Martín. Entre los jugadores a los que deberá vigilar de cerca el Glorioso, cabe destacar a Yangel Herrera, Viktor Tsygankov y Danjuma. La veteranía de Blind o el buen momento de forma de Krejcí en la retaguardia también exigirán a los babazorros. Sin olvidar a Christian Stuani como revulsivo.
PRECEDENTES
Sobre los precedentes entre el Girona y el Alavés en Montilivi, lo cierto es que al club gasteiztarra no se le ha dado bien históricamente el campo gironí. El balance es de 10 triunfos, tres empates y dos derrotas para los locales. Ahora bien, hubo una victoria albiazul para el recuerdo, la conseguida por la escuadra del Pitu Abelardo en la campaña 2017-18. Una remontada que marcó la permanencia conseguida meses más tarde. En la primera vuelta, los de Míchel se llevaron los tres puntos del Paseo de Cervantes con gol de Solís.