Un gol de Julen Jon Guerrero a nueve minutos del final dio la victoria al Alavés B en Utebo, tras un partido intenso y muy igualado pero sin muchas ocasiones de gol. El triunfo hace que el Miniglorias siga recuperando en sus salidas lo que es incapaz de sumar en casa.
Son ya siete desplazamientos consecutivos puntuando, con cuatro victorias y tres empates en una racha que en otras circunstancias serviría para aspirar a cotas mucho más altas, pero que teniendo en el anverso de la moneda el lastre de las últimas cinco derrotas en Ibaia solo ejercen de bálsamo quincenal para mantenerse a flote en la lucha por la permanencia.
Conocedores los aragoneses de las buenas prestaciones de los alaveses como visitantes, y conscientes también los de Molo Casas de la posición de play off de los de Juan Carlos Beltrán, ambos equipos salieron con mucho respeto mutuo y actuaron de inicio con una cautela incluso excesiva a ojos del espectador.
Superado el primer cuarto de hora se soltaron un poco las costuras tácticas, pero fue un espejismo en un partido que embarrancó en el centro del campo, con ambos equipos librando una ardua batalla por hacerse con las riendas del juego sin que ninguno de los dos lo consiguiera.
El paso por los vestuarios no cambió en exceso la decoración de un duelo instalado en la sensación que ambos confiaban que el momento para decantarlo a su favor estaba por llegar. Prueba de ello es que ni Germán Beltrán ni Molo Casas hicieron cambios en el intermedio.
Fue el técnico del filial alavesista el primero que movió piezas ya cerca de cumplirse un cuarto de hora de la reanudación. Dio entrada a Aser Palacios y José de León, a los que poco después se añadieron Lucas Moura y un Julen Jon Guerrero que iba a tener un papel clave en el desenlace del duelo.
Los cambios fueron una carta ganadora de Molo ante su homólogo en el banquillo local, ya que mientras Beltrán solo buscó cambiar piezas sin modificar el dibujo, el Miniglorias encontró mayor dinamismo ofensivo. Sin dejar de ser un partido trabado, los alaveses frecuentaron más el último tercio de campo hasta acabar encontrando premio en el minuto 81, cuando Julen Jon Guerrero fue el más avispado en recoger un balón suelto en el área y mandarlo de certero remate a la red de la portería de Jaime González.
Con el 0-1, lo más difícil estaba hecho para el Miniglorias, pero hasta poder cantar victoria todavía tuvieron que sufrir los jóvenes babazorros. El Utebo se fue arriba a la desesperada para tratar de rescatar cuanto menos un punto, lo que obligó al Alavés B a estar muy atento en defensa para anticiparse a los balones colgados o filtrados con los que los aragoneses apuraron sus opciones.
La seguridad de Grego fue otro factor destacado y el resto lo hizo el oficio de Moura y Pinillos, que no dudaron en cargarse con una amarilla como precio a pagar por arañar unos preciosos segundos al cronómetro. Los nervios de los locales originaron más de un conato de tensión, lo que hizo que el pitido final fuera recibido aun con mayor alegría en las filas alavesistas. En este camino a paso cambiado por el que anda el Alavés B, la próxima estación será en casa ante el Calahorra con el objetivo de romper la mala racha como local.