El Deportivo Alavés hizo frente a los elementos, pero acabó quedándose con la misma sensación amarga de siempre. Aun encontrándose con dos penaltis en contra -el primero gris y el segundo inventado-, los gasteiztarras dieron la vuelta al marcador en Butarque (Kike García y Joan Jordán x2) y, con todo a favor para sumar un triunfo clave, tuvieron que conformarse con un solo punto tras un gol de Munir en la recta final. 

De cara al importantísimo duelo en el feudo pepinero, el Chacho Coudet optó por volver a su dibujo habitual (4-2-3-1), descartando así repetir con dos hombres en punta. La gran novedad en el once fue la presencia de Carles Aleñá, debutante tras perderse el duelo ante el Getafe por la cláusula del miedo. Y también jugó de inicio Jon Guridi, como segundo y último cambio respecto a los titulares del pasado domingo en Mendizorroza.

La cita no comenzó nada bien para los intereses del Alavés. Tras unos minutos de tanteo, el Leganés se encontró con un penalti y Raba no perdonó desde los once metros (1-0, min. 9). El castigo fue fruto de un braceo de Diarra que golpeó en la cara de Nastasic, el cual tuvo que ser revisado en el VAR. Impacto hubo, eso es cierto, pero también lo es que Diego García agarró al defensor babazorro. Se puede pitar o no. Es una acción gris.

El temprano varapalo, eso sí, no afectó demasiado al Glorioso. Los del Chacho fueron creciendo en la contienda a través del balón, combinando bien en campo rival, y el merecido empate no tardó en llegar. Fue Kike García, asistido por Aleñá con el pecho, el que remató cruzado al fondo de la red (1-1, min. 25). La jugada la inició Nahuel Tenaglia, con un desplazamiento en largo que recibió en banda Carlos Vicente para centrar al área.

El Alavés fue superior al Leganés con la pelota. No hubo color en ese sentido. Sin embargo, los pocos acercamientos pepineros generaron más peligro del deseado, y eso que no hicieron nada especial para ello. Lo que los albiazules seguramente no esperaban es que volverían a ponerse por debajo en el marcador debido a otro penalti. Raba asumió de nuevo la responsabilidad, tiró al mismo lado y superó a Antonio Sivera (2-1, min. 37)

Ahora bien, mientras que la primera pena máxima puede señalarse, aun siendo gris, esta segunda no tiene ningún sentido. Diego, que intenta superar al guardameta de Jávea picando el balón, se deja caer de forma exagerada cuando ve que el esférico se le va marchar por línea de fondo. Ni lo tiene controlado ni el contacto es suficiente como para caer así. No es penalti, pero al trencilla, que arbitró con la imagen parada, no le importó.

REMONTADA Y VARAPALO

El fútbol, al menos, hizo justicia nada más iniciar la segunda mitad. En una jugada sin demasiado peligro, Aleñá prolongó de espaldas dentro del área y el balón golpeó en la mano de Cissé. Ahí no hubo dudas. González Fuertes señaló los once metros y el Alavés puso las tablas otra vez, en esta ocasión con diana de Joan Jordán (2-2, min. 50). No había pitado ningún penalti el colegiado asturiano en toda la temporada, y en Butarque dejó tres

El barcelonés (Guevara) fue uno de los tres cambios del Chacho después del descanso, junto a Mouriño (Manu Sánchez) y Toni Martínez (Guridi). Jordán, además, fue protagonista no mucho más tarde. En la salida de un córner, el 24 quitó las telarañas de la escuadra de Dmitrovic para poner al Glorioso por delante (2-3, min. 68). Fue un auténtico golazo. Y un premio al trabajo diario de pizarra en Ibaia. Lo más difícil ya estaba hecho. 

A partir de ese momento, el Alavés solo tuvo que seguir la línea que había seguido hasta ese momento. Continuó dominando balón, ya con Carlos Protesoni (Kike) y Adrián Pica (Aleñá) sobre el verde, y no parecía sufrir apenas. No obstante, un nuevo error atrás volvió a castigarle, encima con un exalbiazul como verdugo. Munir, de cabeza y expulsado luego, salvó un punto para los pepineros justo antes de la prolongación (3-3, min. 88).