Punto agridulce. El Deportivo Alavés rescató un valioso empate frente al Leganés y, pese a su discreta puesta en escena durante 60 minutos, estuvo cerca de lograr una remontada en un encuentro agónico. El conjunto vitoriano, en una jornada señalada para la reivindicación en Mendizorroza después del duro revés sufrido hace una semana en el Metropolitano, mostró dos caras para salvar los muebles y evitar una derrota crítica.

Nada de lo planificado en un inicio pareció funcionar en las filas vitorianas. No suele ser buena señal que, entre los mejores valorados del equipo, uno sea el portero. Y eso mismo es lo que le sucedió al Deportivo Alavés en el trascendental choque frente al Leganés. El equipo, lejos de mostrar el colmillo de quien ansía sumar tres puntos y alejarse de la zona roja, se mostró incapaz de carburar frente a un adversario que generó las ocasiones más claras del encuentro.

Y eso que el Glorioso arrancó con buen ritmo el encuentro, pero se diluyó con el transcurso de los minutos. El Deportivo Alavés impuso su ritmo en los primeros compases y estuvo cerca de abrir la lata en una de sus internadas dentro del área mediante Kike García o Tenaglia.

Eso sí, el mejor de la primera parte fue Antonio Sivera, pues salvó al equipo de dos goles cantados. El de Jávea detuvo al cuarto de hora un testarazo de Renato Tapia e hizo lo propio minutos después con un zapatazo de Rosier. Sivera no fue el único que blindó la portería del Deportivo Alavés. También lo hizo con esmero Nahuel Tenaglia, que desbarató un mano a mano entre Óscar y el portero babazorro.

El mazazo llegó en el minuto 69 con el gol del Leganés. El Alavés se vio obligado a llevar la iniciativa del encuentro y demostrar su capacidad de reacción. Por ello, Luis García, segundos después de encajar el gol pepinero, agitó el árbol con la entrada de Toni Martínez y Stoichkov por Carlos Martín y Antonio Blanco.

Ejercicio de resistencia

El técnico madrileño hizo tarde los cambios, pero se mostró valiente con su lectura del encuentro. Apostó por una versión más ofensiva con dos arietes, y el equipo agradeció la frescura de Stoichkov entre líneas. Además, Joan Jordán reforzó la medular y Luka Romero también se sumó al elenco de atacantes en el epílogo para generar desequilibrio por su costado.

Con más corazón que cabeza, el Deportivo Alavés quiso mostrar su amenaza en el área visitante, pero no hubo manera de hilvanar acciones de peligro. El Leganés tampoco evidenció síntomas de sufrimiento hasta que encajó el empate babazorro. De hecho, pareció sentirse cómodo en el guion planteado por un anfitrión que se dejó el alma para rescatar un punto.

En imágenes: Alavés 1-1 Leganés Iñigo Foronda

En este agónico contexto, Carlos Vicente emergió como héroe. El maño batió a Dmitrovic mediante un potente disparo, y Mendizorroza se convirtió en una caldera durante el tiempo añadido.

La reacción llegó a tiempo para rescatar el punto, pero fue tardía para poder sumar los tres puntos. La noticia positiva es que el Deportivo Alavés supo resarcirse tras el gol del Leganés y sumar un valioso empate en la lucha por la permanencia. Además, la entrada de Stoichkov, Luka Romero y Joan Jordán resultó positiva, pues demostraron la importancia del fondo de banquillo en este tramo de la temporada.