Mikel Ondarre, alavesista de cuna y rayista de adopción
El técnico gasteiztarra, con pasado tanto en el club albiazul como en el franjirrojo, analiza el encuentro de mañana
Los caminos del Deportivo Alavés y el Rayo Vallecano, ambos de más de cien años, se han encontrado en multitud de ocasiones. Más de 40 veces, y en distintas competiciones, son las que se han visto las caras albiazules y franjirrojos sobre el terreno de juego, algunos menos los futbolistas o entrenadores que han defendido los dos escudos, y muy por encima está el número de aficionados que han disfrutado de la buena relación entre sus hinchadas.
El Alavés siempre sabe salir de sus baches
Uno de los lazos más recientes, sin olvidar los que aún mantienen Florian Lejeune y Aridane Hernández, es el que creó Mikel Ondarre. El gasteiztarra, ahora segundo técnico de la UD Tenerife en la Liga F, realizó parte de su formación en Ibaia; pasó después por el Aurrera; y, en 2021, llegó a Vallecas para ser asistente en el equipo femenino. Solo estuvo seis meses al sur de Madrid, pero fue tiempo suficiente para quedar prendado de la Franja.
“Vallecas es un campo que recomiendo visitar a cualquier aficionado al fútbol. Me parece muy inglés, pues se respira fútbol por todos los costados, y las previas son increíbles. Creo, además, que los que hemos tenido la oportunidad de trabajar allí nos hemos convertido en rayistas de por vida. Es un club particular y único, al igual que lo que le rodea”, explica Ondarre, quien también pasó por el Atlético antes de poner rumbo al territorio tinerfeño.
Allí, en el club vallecano, tuvo la ocasión de debutar como primer entrenador en la máxima categoría debido al positivo en covid-19 de Miguel Ángel Quejigo, inquilino principal del banquillo. Algo que no olvida y que le da un significado todavía más especial al partido de este sábado (16.15 h.) entre el Rayo y el Alavés. “Tengo ganas de que llegue, ya que voy a ir al estadio, pero no sé lo que voy a sentir. Son los dos equipos de mi corazón”, admite.
Ondarre, profundizando en el propio encuentro, ve al conjunto albiazul con opciones de asaltar Vallecas, si bien es consciente que no será tarea sencilla: “Es un campo al que hay que ir no solo alerta, sino también consciente de lo que uno va a encontrarse. La afición aprieta muchísimo, tanto cuando su equipo gana como, sobre todo, cuando pierde, y cualquier relajación se paga cara. Ya se ha visto estos últimos años que es difícil ganar allí”.
El gasteiztarra habla, asimismo, del buen momento por el que pasa el Rayo, que se “ha reencontrado” con la “identidad perdida” tras la salida de Andoni Iraola. “Iñigo (Pérez) ha sido capaz de recuperar ese fútbol de presión alta, vertiginoso y de someter al rival que tan buenos resultados había dado años atrás. No es el mismo Rayo, eso está claro, pero sí que está emocionando de nuevo a Vallecas, y eso se nota en las gradas cada partido”, agrega.
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CONFIANZA EN EL ALAVÉS
Al Alavés, por otro lado, Ondarre lo está viendo “bien”. Cree que, respecto a la temporada pasada, se “ha ganado” tanto en “profundidad de plantilla” como “en cuanto a nombres”, aunque todavía se “necesita tiempo” para que todo carbure. “No veo sentido a dudar de un proyecto que tantos frutos ha dado. Yo, por mi parte, no tengo ninguna duda de que llegaremos salvados a la recta final del campeonato. Solo hay que confiar”, manifiesta.
Dice, en la misma línea, que no le preocupa en absoluto la mala racha por la que pasa el Glorioso. Parte de la culpa la atribuye al calendario, pues no hay que olvidar que ha habido “partidos difíciles”, frente al Real Madrid y el Barça; y, asimismo, apunta que dinámicas como la actual son “inevitables” entre los clubes que pelean por la permanencia. “Ni antes –al principio del vigente ejercicio– éramos tan buenos ni ahora tan malos”, añade.
Otra razón por la que Ondarre confía ciegamente en que el Alavés saldrá del bache es la capacidad que ha demostrado Luis García Plaza a la hora de gestionar vestuarios, lo cual, como cuenta en su último libro (Bajo el mismo cuero', es igual o más importante que lo táctico, en especial en los momentos difíciles. “Se nos paga para ello, no solo para alinear y dirigir entrenamientos. Y hacerlo bien en ese sentido es lo que ayuda a marcar diferencias”, concluye.
"SIEMPRE HE DICHO QUE LAS GLORIOSAS SON DE LIGA F"
Aprovechando la llamada del DNA, Mikel Ondarre también analiza la trayectoria del Alavés Gloriosas en lo que va de temporada. Las pupilas de Andrea Esteban, cabe recordar, siguen invictas en Primera Federación, con un balance de cinco triunfos y un empate, y tal desempeño les ha permitido establecerse en lo más alto de la tabla. Dos son, además, los puntos de ventaja sobre el segundo: el Alhama, que ha disputado un encuentro más.
“Yo siempre he dicho que el Alavés es un equipo de Liga F, y lo sigo manteniendo. Hubo circunstancias que le hicieron descender, pero estoy seguro de que, tarde o temprano, volverá al lugar que merece. Ha empezado muy bien, seguramente por lo aprendido el curso pasado, y ahora no queda otra que trabajar día a día para mantener esa línea y, como mínimo, lograr un billete para los play off”, manifiesta el entrenador gasteiztarra.
Las opciones justas para la defensa del Alavés
Para Ondarre, el trabajo de la dirección deportiva, encabezada por Dafne Triviño, siempre ha sido “muy bueno” y ve “más que acertada” la decisión de confiar en Esteban pese al varapalo sufrido. “Creo, además, que se han cubierto las necesidades que reclamaba la plantilla. Las caras nuevas, muchas de ellas destacadas en el apartado físico, han complementado lo que ya había y están brindando nuevas posibilidades a Andrea”, añade.
Asimismo, fuera de lo estrictamente deportivo, el técnico gasteiztarra considera que lo que también hace merecedor al Alavés de un sitio en la élite es la importancia que se le da al equipo femenino desde la propiedad. “Percibo, al menos desde fuera, que hay recursos y visibilidad suficientes para intentar equipararlo con el masculino”, argumenta. Algo que, eso sí, sería más notorio en caso de ascenso, pues la Liga F está “creciendo mucho” en ese sentido.
James no despega en Vallecas
Por último, si bien no puede esconder su pasión babazorra, Ondarre prefiere no imaginarse un futuro en las Gloriosas por respeto a Andrea Esteban. “Ahora es su momento, y confío en que lo va a hacer genial. Yo estoy centrado en lo mío, tratando de aprender lo máximo posible cada día, y veo lejos, sinceramente, la oportunidad de coger un banquillo tan importante como el del Alavés. Es una responsabilidadmuy grande”, finaliza.