Mamadou Sylla es uno de esos futbolistas que parece destinado a vivir la misma realidad una y otra vez. Mientras que en la categoría de plata siempre ha destacado como una referencia ofensiva bastante sólida, su brillo se apaga en cuanto recibe la oportunidad de jugar en Primera División. Así le ocurrió hace tres años tanto en el Deportivo Alavés como en el Rayo Vallecano e idéntica está siendo su situación hoy en las filas del Real Valladolid.

Esta vez, eso sí, la historia apuntaba a ser diferente. Aun con sus puntos débiles, el delantero senegalés regresó a la élite convertido en uno de los héroes del ascenso pucelano –fue el pichichi del equipo y marcó en el descuento el gol que lo certificó–. Y su competencia, además, no parecía tan feroz como en campañas anteriores: Marcos André llegaba de una pobre campaña en Segunda y Juanmi Latasa tampoco había sobresalido en el Getafe.

Esto último, sin embargo, no ha impedido a Sylla chocarse contra el mismo muro en cuanto ha subido a la máxima categoría. Su técnico, Paulo Pezzolano, apenas le ha brindado 211 minutos en lo que va de temporada, siendo titular solo en dos ocasiones –en ninguna de ellas ha perdido el Valladolid–, y todavía no ha podido estrenar su casillero particular. Algo, que, eso sí, tampoco ha hecho ninguno de los otros arietes que compiten por el puesto. 

Su situación, de todas formas, podría cambiar más pronto que tarde. El entrenador blanquivioleta está al borde del precipicio y todo hace pensar que, si el Pucela no obtiene un buen resultado este viernes en Mendizorroza, su etapa en el José Zorrilla va a llegar a su fin. En ese hipotético escenario, el senegalés tendría la oportunidad de partir de cero y convencer al nuevo inquilino del banquillo vallisoletano, para el que ha sonado Eduardo Coudet.

COMO BABAZORRO

Durante su etapa en el Paseo de Cervantes, que arrancó en 2021 y finalizó en 2023 -con un impás rumbo al Rayo tras los primeros seis meses en el Alavés-, Mamadou Sylla defendió la elástica albiazul en 43 ocasiones y marcó un total de ocho goles. Además, si bien su papel no fue decisivo, sus dianas sí que ayudaron a la escuadra de Luis García Plaza a conseguir el ascenso a LaLiga. Jugó 14 minutos en la histórica final en el Ciutat de València.