El Deportivo Alavés se reencontrará este viernes con su afición en una jornada vital. Hasta entonces, el equipo dirigido por Luis García dispone del margen de tiempo suficiente para recargar las pilas, corregir los errores de las últimas derrotas y, sobre todo, preparar a conciencia la visita de un Valladolid que constituye el escenario para dar el ansiado punto de inflexión.
Pero no será una tarea sencilla dado que el técnico madrileño tendrá que hacer malabares, una vez más, con los integrantes de la retaguardia albiazul. Abqar, al igual que Mouriño, está inmerso en sus compromisos internacionales y Sedlar continúa al margen debido a sus problemas físicos. Teniendo en cuenta que Pica estará en la dinámica del filial, Tenaglia, Manu Sánchez y Diarra son los únicos zagueros disponibles durante el parón.
En cualquier caso, el propio Luis García manifestó tras la derrota frente al Barcelona que el choque ante el Valladolid es uno de los que están catalogados como “importantes” en el calendario. Y no es para menos teniendo en cuenta que, a priori, ambos contendientes aspiran a lograr el mismo objetivo, que no es otro que lograr la permanencia en Primera División.
La distancia que el Glorioso atesora respecto al equipo pucelano es de cinco puntos. Una renta que tratará de aumentar para mantener a raya a uno de los rivales directos por la permanencia y escalar a la postre varias posiciones hacia la zona media de la clasificación. Pero desde el prisma del Valladolid, la próxima jornada también resulta decisiva en sus aspiraciones de no descolgarse de la lucha por la salvación.
Una victoria
En la cuerda floja. Así se encuentra el equipo dirigido por Paulo Pezzolano en el segundo parón de selecciones. El Valladolid, uno de los recién ascendidos a Primera, tan solo suma una victoria en lo que va de temporada –en la jornada de su debut liguero ante el Espanyol, para más inri– y el resto de resultados se cuentan por dos empates y seis derrotas.
Así pues, el próximo rival babazorro es sin lugar a dudas uno de los que más urgencias clasificatorias tiene en la categoría. El Valladolid es junto al Leganés y el Valencia el equipo menos goleador de Primera División (5), pero es el más goleado tras haber recibido 19 tantos en las primeras nueve jornadas. Eso sí, siete de ellos son culpa de la contundente derrota sufrida en Montjuic frente al Barcelona.
Las últimas tres jornadas, lejos de aliviar su delicada dinámica de resultados, han sepultado a los de Pezzolano en la zona roja de la tabla. La reciente derrota frente al Rayo Vallecano es una de las que más daño causan. El Valladolid se puso por delante gracias a un tanto de Amallah –pieza indiscutible en Pucela–, pero el equipo madrileño dio la vuelta al marcador con dos zarpazos de Jorge de Frutos.
Ahora bien, pese al pobre bagaje de resultados, el Valladolid cuenta en sus filas con varios futbolistas que pueden marcar las diferencias en Mendizorroza. Entre ellos se encuentran el extremo Raúl Moro, la principal baza ofensiva de los pucelanos, y el guardameta Karl Hein, quien promedia más de tres paradas por encuentro.
La hoja de ruta para el Glorioso pasa ineludiblemente por hacer los deberes ante los rivales directos. Precisamente uno de los puntos fuertes del Deportivo Alavés en el pasado ejercicio fue su solvencia ante los equipos con unas aspiraciones similares. En este tipo de encuentros, sobre todo los que se disputaron en Mendizorroza, el conjunto dirigido por Luis García exhibió un colmillo que propició una salvación holgada.
En esta temporada, el Deportivo Alavés ya ha derrotado en su feudo al Las Palmas y Sevilla, no pasó del empate frente al Betis y cayó derrotado recientemente ante el Barcelona. Y de los tres encuentros de este ejercicio ante equipos situados por debajo en la clasificación, el balance es de dos victorias (Las Palmas y Real Sociedad) y otras tantas derrotas (Getafe y Espanyol). Así pues, la visita del Valladolid a Mendizorroza trasciende su importancia a un encuentro clave para los intereses vitorianos.